Trabajo amenaza con inspecciones masivas para activar la regularización
El ministro de Trabajo, Jesús Caldera, anunció ayer que a partir del 7 mayo (fecha en la que termina la regularización extraordinaria de inmigrantes), la Inspección de Trabajo pondrá en marcha un plan 'severo' para luchar contra la contratación irregular de extranjeros. Así pretende estimular que los empresarios regularicen ahora a sus trabajadores.
Después del 7 de mayo (día en el que finaliza el plazo para acogerse a la regularización extraordinaria de inmigrantes) 'habrá tolerancia cero con los empresarios defraudadores, seremos muy severos en perseguir conductas que ya serán delictivas y en perseguirlas de forma grave'. Así se expresó tajante el ministro de Trabajo, Jesús Caldera, después de anunciar en el Senado un gran plan contra la contratación ilegal de extranjeros que se pondrá en marcha dentro de dos meses y medio.
El plan, que se aplicará hasta el 31 de diciembre, incluye hasta medio millón de actuaciones y visitas a las empresas para combatir el empleo sumergido de inmigrantes. Estas actuaciones se harán con los actuales medios de la Inspección que son 'suficientes', según el Ministro.
Caldera, hizo este anuncio horas antes de presentar el primer balance del proceso de regularización, según el cual en los primeros 16 días se han presentado 48.247 solicitudes de los más de 800.000 inmigrantes que según el Gobierno son susceptibles de acogerse a esta 'normalización' en los tres meses del proceso.
El plan de inspección incluye hasta medio millón de actuaciones contra la contratación ilegal de inmigrantes
Este anuncio de un plan inspector el mismo día en el que el primer balance de la situación refleja un escaso número de solicitudes puede interpretarse como un intento del Gobierno de animar a los empresarios a que regularicen a sus trabajadores ahora que hay amnistía, después de haberse dado cuenta de que los primeros resultados de la regularización podrían no ser los esperados.
Sin embargo, la postura mostrada ayer por Caldera es la contraria, ya que el ministro mostró una enorme satisfacción por lo 'ordenado' del proceso y porque, según dijo, 'se han superado las expectativas del Gobierno'.
Este optimismo del Ejecutivo choca con las denuncias hechas ayer por las principales ONG que están participando en el proceso de regularización, quienes se quejaron de que se están produciendo despidos de inmigrantes por el rechazo del empresario a regularizarles.
Preguntado por ello, Caldera negó estas denuncias porque consideró que a estos trabajadores 'no pueden despedirlos porque no están contratados', en todo caso, añadió, se estarán produciendo 'órdenes' para que el trabajador no siga acudiendo a su empleo.
El ministro también negó que es estén produciendo otro tipo de irregularidades empresariales como que se fuerce a los inmigrantes a pagarse sus propias cotizaciones. 'No tenemos conocimiento de ello y no hay denuncias de trabajadores presentadas en la Administración', precisó y animó a los afectados 'si los hay' a que denuncien su caso.
Dicho todo esto precisó que si se detecta que hay alguna región donde es conocida una fuerte presencia de inmigrantes y no se producen muchas solicitudes, 'la Inspección ya sabrá por dónde comenzar' sus actuaciones.
No hay cálculos oficiales
Distintos miembros del Gobierno, incluido el ministro de Trabajo, han cifrado entre 800.000 y un millón el número de inmigrantes irregulares susceptibles de acogerse a la regularización, pero fuentes de Trabajo se apresuraron ayer a decir que el Ejecutivo 'no dio estas cifras' y que 'sólo reprodujeron estimaciones sindicales'. En cualquier caso, Jesús Caldera, se felicitó ayer por el creciente número de solicitudes que pasaron de una media de 1.800 en la primera semana a 4.700 en la segunda semana y 7.702 en la presente, hasta las 48.247 registradas en total. Aunque Caldera rechazó ayer cifrar las estimaciones del Gobierno, confió en que siga creciendo el ritmo de solicitudes y pidió a los empresarios 'que no lo dejen para el final'.