La industria teme que el café se ponga a precio de oro
Saborear un buen café puede convertirse en un placer sólo para los dioses debido a la escalada de precios que está experimentando la materia prima, especialmente en la variedad arábica, la más cara y de mejor calidad. Las causas más inmediatas están en las malas cosechas de la última campaña y de la que está en curso, así como en una cierta especulación del mercado. A todo ello se añade el abandono de plantaciones en épocas recientes, sobre todo en América Central, y los efectos del maremoto que arrasó el sudeste asiático el pasado mes de diciembre. Con este panorama, todo el sector cafetero español ha hecho sonar las alarmas y alertan de una más que posible subida de precios.
La Federación Española del Café, que agrupa al 100% de los fabricantes de café soluble (Nescafé, Saimaza, Marcilla, Prosal y Seda Solubles), a unas 100 empresas tostadoras que representan el 85% de la facturación y al 90% de las compañías importadoras, advierte de que la materia prima está llegando a niveles récord. El viernes pasado la variedad arábica cotizó en el mercado de Nueva York a 118 centavos de dólar por libra de café, mientras que un año antes rondaba los 74 centavos, y en 2003 el precio que se manejaba era inferior a los 70 centavos por libra.
Según el presidente de la patronal, Juan Camin, la fuerte subida de las cotizaciones de los últimos meses se explica por las expectativas de escasez (sobre todo de arábica) ante la previsión de mala cosecha en Brasil, el mayor productor mundial de café. Este es el segundo mercado de materias primas más importante del mundo, por detrás del petróleo.
En EE UU y Alemania ya se ha repercutido el alza del precio al consumidor y en España, según fuentes de la industria, ocurrirá en poco tiempo por los ajustados márgenes con que se trabaja
Tradicionalmente, se da un año con buena cosecha y otro con mala, pero en la campaña 2003-2004, que tocaba buena, hubo una crisis. Para la temporada 2004-2005 (acaba en septiembre) se teme que se agrave la situación del mercado, ya que este año, 'que toca mala', se arrastra la situación de la campaña anterior, añade Juan Camin.
Esta temida escalada de precios afectará no sólo a las empresas cafeteras, sino a todo el sector de la hostelería, bares, restaurantes, hoteles, máquinas automáticas, a las cadenas de distribución y al propio consumidor, que verá encarecerse el precio del paquete en grano o del tarro de café soluble que se vende en los híper.
Según el presidente de la patronal, los grandes beneficiados serán los países productores y los perjudicados, los mercados en donde se registra un mayor consumo. En EE UU y Alemania ya está repercutiendo en el precio de venta al público. Y en España se teme que ocurra dentro de poco, ya que 'los márgenes con los que se trabaja son muy ajustados', asegura Camin. El sector del café mueve en España algo más de 600 millones de euros al año entre tostado y soluble.
Todo este panorama puede afectar también a la calidad del producto. Ante la escasez de arábica, muchos importadores y tostadores se están dirigiendo hacia la clase robusta (de inferior calidad), que se produce principalmente en África y que también ha registrado un alza del precio del 20% en los últimos seis meses. Para compensar la escalada del arábica (un 70% desde agosto), los cafeteros incluyen más café robusta en sus mezclas.