Los exportadores batallan contra las imitaciones chinas
Ya no se trata de juguetes, bolsos, relojes o vaqueros. 'En China se copia todo. Todo lo que tiene éxito. Desde productos para piscinas hasta herramientas para la construcción. Incluso una empresa ha llegado a ir de visitante a una feria en la que resulta que tenía instalado un stand entero, con todas sus marcas, logos y productos copiados', asegura el presidente de la Asociación Multisectorial de Empresas (Amec), Josep Torrents.
Falsifican los códigos de barras, las garantías de calidad, la certificación para vender en Europa. Es un engaño integral. 'Hay empresas que han llegado al extremo de reparar máquinas copiadas que no eran suyas para mantener al cliente', añade Torrents. La Amec agrupa alrededor de 500 compañías exportadoras, especialmente pymes, de nueve sectores diferentes fabricantes de bienes de equipo, que cuentan con un volumen de exportación de 2.200 millones de euros. Las copias fraudulentas afectan ya a un 27% de las empresas españolas, según datos de la Oficina Española de Patentes y Marcas. Un 70% de esas falsificaciones que entran provienen de China.
La Amec ha iniciado una cruzada contra las copias 'porque desincentivan las ganas de innovar. Hay pymes que se gastan mucho dinero en un producto nuevo y, al cabo de cinco meses, comprueban que las copias ya han inundado su mercado. El resultado es que la compañía española acaba abandonando ese país', argumenta Torrents. La Amec cuenta como socios a grandes compañías (Uralita, Alstom, Roca Radiadores, Investrónica o Fagor), que hace años que afrontan este problema, con gabinetes jurídicos enteros a su servicio. Pero las pymes no pueden asumir estos costes.
Los plagios fraudulentos afectan ya al 27% de las empresas españolas, según datos de la Oficina Española de Patentes y Marcas
Para paliar la situación, la organización empresarial ha iniciado por su cuenta y riesgo contactos con autoridades chinas. En este sentido se enmarca la reciente visita a España de Lu Wenge, director del departamento de asuntos legales de la Oficina de Propiedad Intelectual de la provincia china de Zhejiang, una de las áreas de ese país donde se produce un mayor número de falsificaciones. Las autoridades judiciales chinas han endurecido la interpretación de la normativa (presionadas por organismos internacionales y países como EE UU) hasta el punto de que el Tribunal Supremo de China ha anunciado que perseguirá con mayor vigor las infracciones por violaciones de los derechos de propiedad industrial y tratará cada caso como un delito. Ello supone que antes se pagaba una multa que compensaba la práctica ilegal, mientras que ahora se castigará con prisión.
En la parte española, Torrents asegura que, con la vuelta del Ministerio de Industria, 'la sensibilidad para estos temas ha mejorado'. Sin embargo, pide un mayor esfuerzo para establecer líneas de ayuda para las pymes en materia de protección de marcas. 'Además, existen casos clarísimos de dumping comercial que se podrían atajar, como el de ofertas de herramientas importadas que se venden a un euro, cuando sabemos que sólo las materias primas tienen un coste superior'. El máximo responsable de la Amec recomienda a las pymes que se asesoren bien antes de entrar en China y que tengan todas las patentes de diseño registradas correctamente. Tampoco ahorra culpas para el sector de la gran distribución, 'que muchas veces son los principales culpables de importar productos sin garantizar ni saber de dónde vienen'.