La reforma del empleo y las pensiones, en vía muerta desde la declaración de julio
Han pasado siete meses desde el arranque formal del diálogo social, pero, a fecha de hoy, las dos principales reformas: la del empleo y la de las pensiones no terminan de arrancar. La versión oficial es que todo transcurre con normalidad, pero algunos ya muestran su preocupación por lo que califican como 'escasa iniciativa del Gobierno'.
En política suele decirse que todas las reformas de calado que no se hagan al principio de la legislatura ya no se hacen. Pues según esta máxima, las reformas del mercado de trabajo y de las pensiones tienen difícil ver la luz.
Desde que el pasado 8 de julio, los dirigentes de la patronal y los sindicatos firmaron en La Moncloa con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, la 'declaración del diálogo social', los avances en los temas importantes, que son los referidos al mercado laboral y las pensiones, son más bien nulos.
Fuentes de los agentes sociales atribuyen este retraso a 'la forma en la que han transcurrido los acontecimientos'. Se refieren a que las polémicas negociaciones sobre el salario mínimo interprofesional que, a su vez, demoraron la negociación del acuerdo de convenios entre patronal y sindicatos y, 'como los negociadores son los mismos, están ocupados hablando de negociación colectiva' y el diálogo social ha quedado un poco al margen.
De hecho hoy estaba convocada una reunión de la Comisión de Seguimiento del diálogo social en la que se esperaba empezar a fijar calendarios de algún tipo pero se ha desconvocado para que los negociadores terminen de cerrar el acuerdo de convenios de 2005.
Pero no hay que olvidar que el retraso de la negociación colectiva está provocado por el malestar de la patronal por el salario mínimo que obligó a que Zapatero volviera a reunirse con los líderes sindicales y patronales para recomponer el diálogo social. En definitiva, dos grandes fotos y ningún gran acuerdo en siete meses, salvo el referido al reglamento de extranjería, en el que se fijaron las condiciones de la regularización extraordinaria.
Preocupados por el parón
Con este panorama, otras fuentes de la negociación han mostrado ya su preocupación por el retraso que están sufriendo la reforma laboral y la de la Seguridad Social. Se quejan estas fuentes de que 'el Gobierno no ha enviado aún sus propuestas y tampoco nos han citado para que discutamos estas materias, que son las más importantes y más difíciles de acordar'.
Otras fuentes sindicales añaden que el arranque de estas negociaciones tendrá que ser 'con la propuesta del Gobierno para ambas reformas, aunque se escuchen también las de las partes'.
La mesa de diálogo sobre protección social fue de las primeras en constituirse pero hasta el momento no se ha registrado ningún avance ni se ha abierto ninguna discusión. Fuentes de la Seguridad Social aseguran que se reactivará en los próximos días.
En materia de empleo, la espera al dictamen de un grupo de expertos que se retrasó más de dos meses y que entregó su dictamen hace ya un mes, está también paralizada y de hecho ni siquiera se ha constituido la mesa de negociación.
Desde el Ministerio de Trabajo, distintas fuentes de varias áreas aseguran que 'las ideas se tienen muy claras' y que las negociaciones van al ritmo adecuado. El equipo de Trabajo quiere cerrar acuerdos de empleo y pensiones antes del verano.
El cambio de los convenios colectivos 'no toca' todavía
Los empresarios y los sindicatos no quieren ni oír hablar, de momento, de abordar una reforma en profundidad de la negociación colectiva, a pesar de que este es uno de los temas pendientes de negociación de la declaración del diálogo social del 8 de julio.Este asunto es, además, el único que en el texto de la declaración aparece como bilateral entre patronal y sindicatos, sin el Gobierno. Fuentes sindicales aseguran que 'con lo que tenemos pendiente, los convenios no tocan por ahora, pero no hay que olvidarse de ellos'. La patronal comparte esta opinión.