España se convierte en plató
El cine o la televisión imprime nítidamente en la memoria imágenes de ciudades que la mayoría de las veces ni siquiera se han pisado. Esta clara identificación de las películas con un territorio, como se ha visto en España en el reciente caso de Mar adentro y su nexo gallego, es la máxima aspiración de las oficinas de captación de rodajes o Film Commission (FC). Estas iniciativas importadas de EE UU han proliferado en los últimos años por todo el país, donde Andalucía como región y Barcelona como ciudad lideran la red nacional de oficinas de ayuda a las productoras.
Esta pugna entre ciudades por la captación de rodajes implica ya en España a más de 20 localidades y comunidades. Las Film Commission, financiadas según los casos por ayuntamientos, gobiernos regionales o el propio sector audiovisual local, facilitan a las productoras nacionales e internacionales todo tipo de gestiones para abaratar sus costes y atraerlas al territorio.
Se ocupan desde la reserva de hoteles a precios especiales hasta la recopilación de información sobre localizaciones, costumbres o climatología, sin olvidar la tramitación de todo tipo de permisos y licencias y actúan como auténticos mediadores ante las autoridades locales. Cualquier tipo de asesoramiento es posible y gratuito.
Un rodaje dispara el turismo y deja en la zona el 30% del presupuesto
Está en juego un jugoso pastel del que se benefician las propias productoras, la industria audiovisual local y la economía de la ciudad en su conjunto. Cada producción audiovisual deja en el lugar que le sirve de plató más del 30% de su presupuesto, además de ser capaz de incrementar el turismo hasta en un 50% en el caso de proyecciones de éxito internacional, como ocurrió en Inglaterra con la película de Harry Potter. La BBC, por ejemplo, estima que el 20% de los visitantes de Londres son atraídos por las localizaciones cinematográficas.
Desde el año 2000, la red española ha conseguido cazar cerca de 3.000 producciones audiovisuales de todo el mundo, como largometrajes, series de televisión o anuncios publicitarios. Estas oficinas compiten entre sí, pero también colaboran compartiendo información y experiencias que se ponen al servicio de la industria cinematográfica. Se organizan así en redes de tal manera que por ejemplo la FC andaluza acoge de forma física y también virtual a cerca de 40 suboficinas locales, que forman parte a su vez de la Spain Film Commission, impulsada por Carlos Rosado, el promotor de Andalucía FC. Además, la red europea, que está en proceso de construcción y aglutinará a 170 oficinas, se conectará en un futuro con la organización internacional, la AFCI, con sede en Los Ángeles.
En EE UU, cuna de este proyecto, y en algunos países de Europa como Bélgica, los servicios clásicos se acompañan de incentivos a las productoras que pueden llegar hasta el 10% del presupuesto total de una película. Este es el camino que quieren recorrer la mayoría de las oficinas nacionales para convertir España en el plató más importante de Europa y sacarle el máximo jugo a los 60.450 millones de euros que la industria mundial del cine prevé gastar en 2006, frente a 45.151 millones presupuestados en 2001.
Esa es al menos la opinión de la responsable de Barcelona Plató, la segunda FC que se abrió en España tras la canaria, en 1986. Julia Goytisolo explica que aprovechando esta experiencia local, con 402 producciones audiovisuales computadas el pasado año, se está articulando en estos momentos una oficina catalana. La de Barcelona es de iniciativa municipal y no canaliza, como el resto de FC españolas, los anuncios publicitarios que se ruedan en la capital, que se estiman en más de un millar sólo en 2004.
En el caso de Andalucía, según indica Carlos Rosado, también presidente de la red española, son más de 1.100 las producciones atendidas desde que se creó la delegación en 1999 de la mano de la televisión pública Canal Sur y con el respaldo en bloque del sector regional. Galicia, por su parte, se distingue del resto por ser un proyecto del Gobierno autonómico que se ha ligado a la estrategia de internacionalización del audiovisual gallego, según declara Nacho Varela, responsable de la oficina. La iniciativa gallega sí contempla ayudas, pero sólo para fomentar la participación de las empresas regionales en forma de coproducciones.
Películas
Las más taquillerasPelículas españolas tan taquilleras como Mar adentro, Los lunes al sol, Hable con ella o Lobo, rodadas en Galicia, Andalucía y Cataluña, respectivamente, son algunos de los proyectos que las oficinas españolas de captación de rodajes han ayudado a llevar a las pantallas en los últimos años. Las producciones internacionales, cerca del 40% del total, también abundan, como es el caso de la última película de Ridley Scott (The kingdom of heaven), todavía por estrenar y que se rueda en tierras andaluzas, el más reciente trabajo de Robert de Niro o Muere otro día, que llevó a James Bond a bañarse en las playas de Cádiz.