Visto para sentencia el juicio por las jubilaciones millonarias del SCH
Nueve sesiones le han bastado al tribunal que juzga el caso de las jubilaciones millonarias del SCH para dejarlo visto para sentencia. Las defensas del presidente del banco, Emilio Botín, y de los otros dos acusados atacaron a la acusación por cambiar su tesis y decir que el pago de 152 millones a los dos ex altos cargos perjudicó a la entidad.
La sesión final del juicio a Botín y al ex copresidente del SCH, José María Amusátegui, y al ex vicepresidente y consejero delegado, Ángel Corcóstegui la protagonizó el ataque de sus letrados a las dos acusaciones. Gonzalo Rodríguez Mourullo (en representación de Botín) criticó que las dos acusaciones han cambiado de estrategia y si en un principio defendían que los pagos de 43,75 millones a Amusátegui y 108,1 millones a Corcóstegui 'perjudicaban a los accionistas' luego hablaron del 'perjuicio al banco'.
La razón, según la defensa, es que los acusadores Rafael Pérez Escolar (condenado por el caso Banesto y ex consejero del banco) y Juan Francisco Franco Otegui (abogado y accionista del Santander) 'pueden reclamar así una cantidad mayor' no una 'cifra ridícula'. Los calificó de 'accionistas circunstanciales' (cuentan con un 0,0003% del banco). Al final de la sesión, los letrados Manuel Gómez Benítez y José López recordaron que la querella no prosperó porque la acusación la presentara sino porque la juez de la Audiencia Nacional Teresa Palacios impulsó la instrucción.
Los 152 millones de euros pagados a Amusátegui y Corcóstegui tras salir del SCH en agosto de 2001 y febrero de 2002, respectivamente, 'son una minúscula gota en un océano', dijo el abogado de Botín. Tanto él como Ramón Hermosilla y Javier Sánchez Junco (abogados de Amusátegui y Corcóstegui) se apoyaron repetidas veces en el discurso del fiscal, que defendió los pagos. Insistieron en que los pagos fueron 'retribuciones' por su labor como ejecutivos en el SCH y pasaron por consejo hasta seis veces, la última el 11-M.
'Botín es el único consejero que está aquí y no debería estar', dijo su letrado
Reiteraron que no se pagó a Amusátegui y Corcóstegui para que salieran del banco y 'dejaran a Botín como presidente único del SCH', como defienden las acusaciones. Corcóstegui se fue 'por agotamiento' y Amusátegui 'porque la fusión culminó antes de lo previsto'. Mourullo criticó, además, la 'exigencia de responsabilidades' a Botín cuando los contratos se aprobaron 'colegiadamente por consejo'. Botín 'es el único miembro del consejo que está aquí y no debería estar'. Las acusaciones piden condena por delito de apropiación indebida o bien de administración desleal.
el broche Un fallo rápido
El tribunal que preside Antonio Díaz Delgado (también presente en el juicio de Banesto) ha dado claras muestras de querer una vista oral rápida que sólo se ha visto retrasada por la falta de sala y la acumulación de casos en la Audiencia Nacional.Defensas y acusaciones esperan una sentencia rápida. Barajan un mínimo de diez días y un máximo de uno o dos meses.El recurso al Supremo es la reacción que ya manejan las acusaciones si la sentencia es absolutoria. De hecho, asumen que hay bastantes posibilidades de que sea así. 'El Supremo es una buena baza', apunta Gómez Benítez, letrado de Pérez Escolar, quien sugiere que el papel del fiscal, que no ha acusado, se explica por su dependencia de la Fiscalía General.