La segunda operadora de telefonía móvil de Europa deja de subvencionar los terminales
La segunda operadora de telefonía móvil de Europa no quiere seguir pagando terminales. T-Mobile ha cambiado de apuesta de crecimiento y no seguirá subvencionando los teléfonos de sus clientes ni asumirá su precio para captar a los usuarios de la competencia con jugosas ofertas. T-Mobile se concentrará en rebajar el precio de las llamadas y fidelizar a sus abonados. Los terminales, dice T-Mobile, se pueden conseguir en el mercado asiático por 50 euros.
En una velada advertencia a los fabricantes de móviles en Europa, René Obermann, jefe ejecutivo del segundo grupo europeo de móviles, ha dicho que es posible vender teléfonos básicos hechos por proveedores asiáticos por unos 50-70 euros sin necesidad de ayuda.
Pero el mensaje se dirige también a sus rivales a los que aconseja que sigan los pasos de T-Mobile y dejen de ganar clientes mediante la venta de teléfonos móviles por debajo del precio que pagan a los fabricantes. La financiación de los móviles de prepago en particular, ha alegado, debería ser reducida hasta su retirada total para que los precios de las llamadas pueden también bajar.
"Básicamente nos hemos retirado del subsidio al pre-pago en Alemania", ha asegurado durante el Congreso Mundial 3GSM que se celebra en Cannes. "Las tarifas deben recompensar la fidelidad del cliente. El antiguo modelo pre-pago recompensa a los que cambian de operadores y subsidia a nuestros competidores".
T-Mobile, propiedad del principal grupo europeo de telefonía fija Deutsche Telekom, sólo logró 113.000 nuevos clientes en Alemania en el crucial trimestre navideño, una cifra muy pequeña comparada con los 843.000 nuevos abonados del Grupo Vodafone, que coloca al rival con sede en el Reino Unido a una gran distancia en el liderazgo del mercado.
Sin embargo, T-Mobile, que considerará también recortar la ayuda a los móviles de pre-pago en sus operaciones en Gran Bretaña, espera que la reducción de las ayudas juegue un papel clave en sus planes de disminuir los costes en 1.000 millones de euros para finales de 2006.
"Hay móviles más baratos en el mercado. Uno los puede traer, como hacemos nosotros de Asia, por ejemplo. No tienen tantas prestaciones, pero tampoco se usan de todas formas", ha dicho Obermann.