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Banca

La cartera industrial de las cajas andaluzas asciende a 1.100 millones

Las cajas de ahorros andaluzas han colocado a sus participaciones industriales en el punto de la discordia. El proyecto de unificar sus inversiones para ganar fortaleza y hacer frente a otros partícipes del sistema financiero ha abierto el debate. Las seis cajas acumularían una cartera industrial conjunta de 1.100 millones de euros, pero el camino no parece fácil.

Todos quieren llegar a un acuerdo que le daría mayor dimensión a la economía andaluza y al sistema financiero regional, pero las negociaciones para la formación de un banco de inversiones industriales en torno al Banco Europeo de Finanzas (BEF) está plagada de las mismas dificultades que han impedido una fusión de las cajas, como pretendía la Junta de Andalucía. Además, como ha advertido el ministro Pedro Solbes, el proyecto deberá superar los criterios técnicos del Banco de España.

Si el proyecto llega finalmente a buen puerto acumularán mayor capacidad financiera para afrontar inversiones en sectores estratégicos para la comunidad como las telecomunicaciones, el sector energético o el agroalimentario. Sólo con la adición de las actuales participaciones, el futuro BEF, propiedad de Unicaja, tendría cerca del 30% de Sos Cuétara, líder del sector del aceite, y el 7% de Ebro Puleva, además del 10% de Metrovacesa o este mismo porcentaje de Uralita Estas cuotas quedan todavía muy lejos del poder empresarial acumulado por entidades como La Caixa, que dispone de una cartera industrial de casi 9.400 millones de euros, con datos de final de 2004.

Y el desencuentro se da en puntos como la elección de la sede, donde la lucha Sevilla-Málaga volverá a reproducirse o las cuota de poder, ya que las cajas más pequeñas como Caja Granada pretenden que la representación en el consejo de administración sea igualitaria, a lo que se oponen las más grandes, como Unicaja y Cajasur, que optan por un reparto en función de los activos. También se debate si la nueva entidad deberá operar igualmente como banco comercial, una alternativa que rechazan cajas como la cordobesa y que podría suscitar objeciones por parte del Banco de España.

La Junta confía en el éxito del nuevo intento

La Junta de Andalucía confía plenamente en que el proyecto de corporación industrial en torno al BEF saldrá adelante tras fracasar la aproximación que hicieron las entidades andaluzas para adquirir el Banco Zaragozano. En aquella ocasión, las cajas también pretendían estrechar la cooperación, unir sus participaciones empresariales y tener una marca común para crecer fuera de Andalucía como banco comercial.La Consejería de Economía que dirige José Antonio Griñán minimiza las dificultades que amenazan el acuerdo y da por seguro que las cajas diseñarán un proyecto satisfactorio para todas las entidades y que pueda contar además con el visto bueno de la Junta y del Gobierno.

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