Miquel Roca cree que hay que aplicar con mesura el buen gobierno
Se define como un entusiasta del buen gobierno, pero advierte de que los excesos cometidos en su nombre pueden llegar a paralizar la vida de las empresas. Roca dirige el despacho que lleva su nombre desde que dejó el mundo de la política
Lleva nueve años capitaneando el despacho de abogados que lleva su nombre y asegura estar tan apasionado por el mundo del Derecho como antes lo estuvo por el de la política que, en realidad, fue un largo paréntesis en su carrera de abogado. Miquel Roca Junyent terminó la carrera de Derecho en 1961 y comenzó a trabajar como abogado; lo dejó en 1977 cuando comenzó su carrera política y volvió a reemprenderlo en 1996. Dice con sorna que estudió Derecho porque no servía para nada más. 'Yo nací para ser abogado. Y una muy buena parte del Derecho que yo sé, lo sé casi por sentido común'.
Pregunta Usted que formó parte de la Comisión Aldama y se sienta en un buen número de consejos de administración debe tener una perspectiva inmejorable para detectar cómo se asume desde el interior de las empresas el movimiento de buen gobierno. ¿Se lo están tomando muy en serio las empresas y los consejeros?
Respuesta Yo formé parte de la Comisión Aldama y en coherencia yo sí me lo tomo muy en serio. Pero creer que las prácticas de buen gobierno nos evitarán un nuevo caso Enron es absurdo. Por otra parte, tratar a todos como potenciales chorizos puede ser muy paralizante.
'En este despacho hasta el asunto más secundario se vive con mucha pasión'
'¿Por qué son mejores los independientes que los dominicales?'
P ¿Se sienten así las empresas paralizadas?
R Las normas de buen gobierno se deben interpretar desde el principio de la buena fe que domina en el panorama mercantil español. Pero si para ser consejero de una sociedad cotizada resulta que tengo que pedir permiso a toda mi familia, al final, buscaremos consejeros hijos únicos de padres fallecidos y viudos y sin familia.
Y las Navidades pueden convertirse en un horror, porque en el reencuentro familiar tendré que pedirle a mi cuñado si me puede dar su NIF para asegurarme de que no compre acciones de la compañía en la que soy consejero.
Y se me complica todavía más si tengo que pedirle a algún familiar separado que me diga con qué persona tiene análoga relación de afectividad, que me dé el NIF de esa persona.
Eso no tiene ningún sentido.
P ¿Todo eso tiene por objetivo defender los derechos de los minoritarios?
R Con la excusa de preservar los derechos de los accionistas minoritarios podemos convertir esto en un grado de intervencionismo excesivo y absurdo.
Yo, que soy un entusiasta de las prácticas de buen gobierno, quiero defender que todo esto debe ser interpretado desde el sentido común y la buena fe, porque de lo contrario vamos a generar situaciones absolutamente insostenibles.
P ¿Cree que se pone excesivo acento en la importancia de los consejeros independientes y se olvidan otros aspectos?
R Alguien me tiene que explicar por qué son mejores los independientes que los dominicales. ¿Quién defiende mejor a la empresa que aquél que se juega su propio capital? Creo que es bueno que exista la preocupación por el buen gobierno, pero la debemos interpretar desde el sentido común.
P Y hablando del despacho Roca Junyent Abogados, ¿cómo ha conseguido hacerse un hueco en el mundo de la abogacía en sólo nueve años y continuar creciendo?
R Nosotros somos jóvenes en el mundo de los despachos de abogados más convencionales del país y tenemos más capacidad de crecimiento y ofrecemos un buen servicio. Y si queremos competir con los grandes no nos queda más remedio que crecer y lo hacemos trabajando mucho.
P Pero los demás también lo hacen...
R No lo sé. En todo caso nosotros nos exigimos mucho. Y aunque tengamos que dejar la piel en el invento, no vamos a dejar nuestra relación personal con el cliente. Aquí la gente viene y sabe que somos accesibles, que nos podrá encontrar, que hay un contacto directo y personal. Esto lo cultivamos. Hay una relación muy personalizada con los clientes. A mi se me ve y se me toca en este despacho. La relación de abogado cliente se basa en la confianza. Si la relación de confianza se rompe es mejor dejarlo.
P En este panorama de un despacho tan personal, ¿ha pensado en el futuro del bufete?
R Sí, seguiremos buscando a los mejores abogados. Yo soy un abogado discreto, pero tengo a los mejores socios de cualquier despacho de España. Los clientes lo saben y hemos creado entre todos un estilo propio. Parecemos calcados todos. Tenemos un sello propio.
P ¿Y cómo es ese sello?
R La pasión. Hay que vivir con pasión la defensa de los intereses de tus clientes. Y en este bufete lo hemos conseguido. A veces hay chicos jóvenes muy competentes y muy brillantes pero que les ves distantes con su trabajo y piensas: 'o cambias o mejor búscate otro despacho', porque en este bufete hasta el asunto más secundario tiene que vivirse con mucha pasión porque para ti puede ser secundario, pero para el cliente seguro que es el tema de su vida.
Profesión 'Aporté a la política el estilo del Derecho'
Lleva ya tiempo separado de la política, pero muchos aún recuerdan su trayectoria en este campo. ¿Echa de menos esa etapa de su vida?Yo siempre me entusiasmo con lo que tengo. Para mí lo de hoy es lo más importante del mundo. Y lo que haga mañana volverá a ser lo más importante. Cuando estaba haciendo política disfrutaba muchísimo. Y ahora que no la hago, disfruto mucho con el Derecho. Además, yo de la actividad política hice lo más cercano, lo más próximo, al Derecho. Yo elaboraba leyes, defendía los intereses de mis electores, de mis clientes, que me pedían defender esta enmienda frente a tal ley, subía a la tribuna para ganar el pleito. Yo quería ganar el pleito, convencer de que tenía la razón, negociaba, transaccionaba con los grupos... Aporté a la política mi estilo de profesional del Derecho. Ahora defiendo unos intereses desde una vertiente jurídico-profesional y antes los defendía desde otra jurídico-política. Y ahora me pagan por lo que hago y en aquella época, no.¿Le favorece su anterior carrera como político a la hora de atraer nuevos clientes al despacho?Yo creo que no favorece sólo el hecho de ser conocido sin más, sino el ser bien conocido. Además, si durante mi trayectoria anterior en la política he conseguido ganarme la confianza de alguien, también será por alguna razón. De todos modos, igualmente habrá quien no me tenga confianza.Dentro del panorama de la abogacía española, ¿en qué lugar situaría al bufete Roca Junyent Abogados?Creo que podemos presumir de habernos situado en nueve años entre los grandes despachos del mercado español. Seguramente podemos decir que somos los pequeños de entre los grandes.