Jaime Botín dice que los pagos son 'en beneficio del accionista'
Jaime Botín, hermano del presidente del Santander, Emilio Botín, declaró ayer en el juicio de las jubilaciones millonarias que el importe pagado a ex altos cargos no es 'habitual', pero sí lógico y 'normal' por sus funciones en el banco fusionado. El consejero delegado, Alfredo Sáenz, lo refrendó.
El enésimo cambio de sala en la Audiencia Nacional para celebrar la vista marcó el inicio de la sexta jornada. El vicepresidente y consejero del Santander hasta el pasado julio y ex presidente de Bankinter, Jaime Botín, admitió que el pago de 43,75 millones al ex copresidente José María Amusátegui 'puede parecer y es cuantioso' y esos importes 'no son habituales' (el ex vicepresidente Ángel Corcóstegui cobró 108 millones).
A renglón seguido Jaime Botín explicó que son 'normales' en una entidad del volumen del SCH, que ha protagonizado 'una fusión histórica' (Santander y BCH) y en pro 'del beneficio de los accionistas'. Justificó el bonus de Amusátegui porque 'la manera de asegurar una colaboración entusiasta comienza por reconocer las condiciones de trabajo y, sobre todo, de retiro'.
Su hermano Emilio le informó de los contratos y de los cambios. 'Me comentaba los asuntos importantes'. Sin embargo, no le dijo que Corcóstegui no iba a nombrar sustituto de Amusátegui en el consejo, cuando la rama del BCH quedó en minoría frente a la del Santander.
Desde el principio, Jaime Botín negó rotundamente 'tensiones' y 'discrepancias' entre Botín y los otros dos acusados, Amusátegui y Corcóstegui.
Datos al Banco de España
Declaró también el actual consejero delegado del Santander, Alfredo Sáenz, que consideró igualmente 'normales' los pagos. Aunque admitió que no conocía un bonus similar al de Amusátegui en otros consejeros.
El banco no contabilizó hasta 2000 el bonus porque 'en 1999 no era obligatorio', señaló el interventor del Santander, José Tejón, a quien respaldó el auditor Germán de la Fuente. La acusación llegó a pedir la declaración del jefe del departamento jurídico del Banco de España para aclarar cuándo supo éste de los pagos. Pero finalmente lo retiró tras aclarar Tejón que lo comunicó verbalmente en el primer trimestre de 2002, como consta en un informe enviado por el supervisor a la Audiencia y pedido por las acusaciones.
Lista de testigos desinflada y recta final
Las declaraciones de dos ex consejeros del BCH completaron el desfile masivo de testigos en el juicio. Felipe Benjumea, ex consejero también de SCH y presidente de Abengoa, afirmó que vio los contratos de Amusátegui y Corcóstegui en la sala de consejos en una mesa auxiliar el 17 de abril de 1999, la primera reunión tras aprobarse la fusión de Santander y BCH el 15 de enero. Ha sido el argumento principal de las defensas respaldado por los consejeros y ex consejeros del SCH. Aunque algunos han afirmado que sólo vieron físicamente el de Amusátegui y la mayoría que los copresidentes les informaron antes.Declaró ayer también Alberto Oliart, ex consejero de BCH y ex ministro de Defensa con UCD, quien afirmó que cobró una pensión de 120.000 euros y aseguró que 'Amusátegui me dijo que Botín era partidario de que el consejo no fuera la suma del de los dos bancos'.En la vista, la lista inicial de 28 testigos, queda en 19. Faltarían Antonio Escámez (ex BCH y actual consejero del Santander) y el presidente de la patronal AEB, José Luis Leal, que testificarán el martes 15, cuando empieza la fase pericial. El juicio entra así en la recta final que puede durar tres sesiones más antes de dejarlo visto para sentencia.Las defensas han renunciado a algunos testigos. Al igual que los letrados de las acusaciones (representadas por el condenado por el caso Banesto y ex consejero Rafael Pérez Escolar y el abogado y accionista minoritario Juan Francisco Franco Otegui), que justifican su renuncia a algunas testificaciones por las constantes acotaciones que les impone el tribunal.De la lista se han caído, entre otros, el ex consejero del BCH Gonzalo Hinojosa, presidente de Cortefiel, o el actual consejero del Santander Luis Alberto Salazar-Simpson, presidente de Auna.