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Política

La UE investiga las injerencias políticas de Italia en la banca

El blindaje del sector bancario en los países de la Unión Europea ha llamado por fin la atención de Bruselas. Italia, donde varios bancos extranjeros han sufrido el intervencionismo de las autoridades locales, es el primer campo de batalla de la CE contra la injerencia política en la banca.

El nuevo comisario europeo de Mercado Interior, el irlandés Charlie McCreevy, está analizando si Roma ha abusado de la normativa comunitaria, que permite vetar ciertas operaciones en la banca invocando el interés nacional, para impedir la entrada de capital extranjero en las entidades del país.

La CE invita a todos los bancos que se sientan afectados por la intromisión de las autoridades italianas a remitir a Bruselas la información pertinente. Las huestes de McCreevy analizarán con detalle esa documentación y no descartan iniciar un procedimiento formal de infracción contra el Gobierno de Silvio Berlusconi.

Algunas entidades, como la holandesa ABN Amro, ya han aireado en público su indignación por las trabas encontradas en Italia y han recordado el derecho que les asiste de operar en cualquier mercado de la Unión Europea.

El BBVA también se ha topado con este tipo de problemas. Hace años intentó comprar Unicredito y chocó con la oposición del Banco de Italia. La misma que éste opone ahora a que aumente su participación en Banca Nazionale del Lavoro por encima del 14,9%. El Santander, por su parte, controla el 8,6% del Sanpaolo IMI. Y ambos bancos han recurrido a los pactos con otros socios para elevar su poder en los consejos.

El intervencionismo, sin embargo, no parece exclusividad de Italia. El proteccionismo en la banca protagonizó la última reunión informal de los ministros de Economía y Finanzas de la UE. En La Haya analizaron las barreras tácitas o explícitas que impiden en el sector financiero las fusiones transfronterizas. A la reunión asistió como invitado, precisamente, el presidente de ABN Amro, Rijkman Groenink, para denunciar la injerencia política como primera causa de la ausencia de estas operaciones. 'Tengo algunas canas de más', dijo Groenink a los ministros, 'como consecuencia de mis experiencias con los supervisores en materia de consolidación transfronteriza'.

Bruselas prepara una revisión de la directiva europea sobre el sector bancario para limitar drásticamente los poderes discrecionales de intervención de los reguladores. El nuevo texto, sin embargo, deberá ser consensuado con unos ministros que parecen cada vez más proclives a proteger el mercado nacional.

El propio titular español, Pedro Solbes, ha resaltado la importancia de mantener el carácter nacional del BBVA. Y el presidente de La Caixa, Ricard Fornesa, hacía un canto a finales de enero a la necesidad de mantener el control nacional sobre las grandes empresas y bancos. 'Es así en todas partes en Europa', justificó Fornesa.

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