El gasóleo ya es más caro que la gasolina excluyendo los impuestos
æscaron;nicamente los impuestos evitan que en la actualidad el gasóleo de automoción sea ya más caro que la gasolina sin plomo de 95 octanos. La fortísima demanda registrada en 2004 y las nuevas especificaciones de calidad han reducido en sólo un año la diferencia de precios de ambos combustibles a la mitad.
Muy lejanos quedan ya los días en los que entre el precio del litro de gasolina y el del gasóleo había una significativa diferencia. En 1998, cuando culmina la liberalización de los combustibles, esa horquilla ascendía a 14 céntimos de euro por litro. A partir de 2000, esa diferencia se redujo a 11 céntimos y en los últimos doce meses apenas alcanza los seis céntimos.
De hecho, el precio del gasóleo antes de impuestos permanece invariablemente por encima del de la sin plomo de 95 desde septiembre pasado, por lo que sólo la menor presión fiscal que tiene este carburante explica este acercamiento entre ambos precios.
¿Cuáles son los motivos que explican este fenómeno?
Desde la Asociación de Operadores Petrolíferos (AOP) señalan dos factores fundamentales: 'la dieselización del parque automovilístico y los cambios técnicos introducidos para reducir el contenido de azufre de los carburantes, también conocidos como las nuevas especificaciones'.
Aunque es cierto que la dieselización del parque (aumento progresivo del número de vehículos con motor diésel) no es un fenómeno exclusivo de España, sí es verdad que aquí ha ocurrido de forma quizás más vertiginosa, según apuntan los expertos del sector. Mientras en 1991 de todas las nuevas matriculaciones que se realizaron entonces, sólo el 13% correspondió a vehículos diésel, el pasado ejercicio finalizó con un promedio de casi el 65%, según las cifras que maneja AOP.
Con este espectacular crecimiento, no es de extrañar que el consumo de gasóleo suponga ya el 80% de la demanda total de hidrocarburos, frente al 55% que representaba en 1995.
Este fuerte tirón de la demanda de gasóleo ha tenido también su traducción en los mercados internacionales. Así, el hecho de que la cotización de este combustible sea más cara que la de las gasolinas, algo que hace unos años era un fenómeno puramente coyuntural y se producía al comienzo del invierno por el consumo de gasóleo para calefacción, va camino de convertirse en un comportamiento más estructural, explican en AOP.
Por último, la reducción de la cantidad de azufre que han llevado a cabo las petroleras ha encarecido los combustibles y supondrá una inversión de 1.700 millones en el periodo 2003-2007.
La lenta marcha del diesel en Estados Unidos
En EE UU, el país que devora energía, el diesel es un combustible popular entre los granjeros (dos tercios de la maquinaria), la construcción y el transporte de grandes mercancías. Según la organización Diesel Techonology Forum, el 89% de los camiones de alto tonelaje se mueve con este combustible. Pero, en el parque automovilístico particular, el motor diesel es totalmente marginal, el 0,4%, informa Ana B. Nieto. El avance del diesel se paró en EE UU en los setenta porque entonces los motores eran muy contaminantes y se puso en marcha una legislación medioambiental muy restrictiva para pararlos. La presión de las automovilísticas para levantar las restricciones sobre emisiones no ha tenido éxito. Si se pueden vender turismos Mercedes y VW diesel es porque la mejora de los motores permite pasar los estándares de emisiones fijados en las leyes.