Miró da la espalda a la sobriedad en Gaudí
Reconciliado con el color y distanciado del minimalismo irrumpió ayer Toni Miró en la pasarela Gaudí con su colección otoño-invierno 2005-2006. La influencia de la calle y de los metros de las grandes ciudades han hecho mella en el creador catalán, que huye de la sobriedad y da un toque juvenil a sus diseños.
Los omnipresentes negro y gris ceden terreno a los verdes, mostaza, azules y morados, tanto en hombre como en mujer. Miró entierra el traje y ensalza la americana, una pieza indispensable en sus propuestas para hombre. Las combinaciones son tan múltiples como osadas. Chaquetas de pana, terciopelo o estampados clásicos, como los cuadros y la pata de gallo se combinan con pantalones deportivos o militares.
El toque más informal lo aportan los pantalones pitillo y las cazadoras plastificadas, que para Miró combinan a la perfección con camisetas de los Sex Pistols. Un gran bolso es el complemento indispensable para hombres.
Para vestir a la mujer, Miró tiene predilección por los vestidos de lana hasta la rodilla de mangas amplias y por las faldas cortas. Da un toque original a las cinturas ciñendo un lazo estrecho de vivos colores a modo de cinturón.