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Textil

Paduana vuelve a beneficios tras el cambio de accionistas

Paduana ha superado la crisis que casi la tenía al borde del cierre. Tras un cambio estructural y de propietarios, esta empresa legendaria dentro de la Comunidad Valenciana ha vuelto a beneficios.

Paduana, una de las firmas textiles históricas de la Comunidad Valenciana, ha logrado superar el bache que le llevó en el año 2003 a despedir a dos tercios de su plantilla y que desembocó en la venta de la marca y de parte de sus activos a un grupo de inversores, encabezados por Vicente Simó, uno de los miembros de la familia propietaria. Tras un año de actividad, la nueva Paduana ha cerrado el ejercicio de 2004 con un beneficio, a falta de auditar, de 40.000 euros.

La operación se cerró en enero de 2004 y durante el año en que los nuevos propietarios han estado al frente de la compañía se ha desarrollado un plan de negocios que pasa por resituar a la marca en el mercado. Algo que, según reconoce el actual director general de la compañía, Ismael Serna, supone devolver a la enseña un esplendor que había perdido en las últimas décadas. 'Queremos pasar de ser una marca a que se nos conozca como una marca de moda', explica Serna.

Una de las primeras decisiones que ha tomado la nueva dirección es reorientar las líneas de producto. El más conocido de la compañía, las mantas, ha pasado a ser casi residual para centrarse en los textiles de confección -cortinas y tapizados- y en el producto acabado. 'La manta tenía sentido hace años cuando era casi un producto de necesidad, pero hoy hay que buscar otros que llamen la atención del cliente final como el resto de productos de moda, señala Serna. De momento la empresa está elaborando ropa de cama pero planea aumentar su gama hasta cubrir la totalidad de productos de hogar 'incluso fuera del textil', asegura el director general.

La intención es que el producto acabado llegue a suponer el 50% de las ventas, aunque en este primer ejercicio solamente alcanza el 15%. El resto proviene de las telas para tapicería, el 40%, y para decoración, el 45% restante. En total la facturación alcanzó los cinco millones de euros y para 2005 se prevé un incremento del 30%. 'La recuperación de las ventas de la compañía debe ser paulatina', explica Serna.

Nuevos canales de venta

Otro de los objetivos de la compañía es establecer nuevas canales de distribución. 'Queremos entrar en las tiendas de alta decoración y competir por calidad y diseño, ya que por precio no tiene sentido', señala el director general de Paduana, que afirma que 'una marca es tanto como los puntos de venta en los que está'. Sobre la posibilidad de tener tiendas propias, Serna afirma que no lo descarta a largo plazo.

El objetivo de Paduana es enfrentarse a las grandes marcas del sector. 'Muchas marcas de diseñadores se han introducido en el textil-hogar con licencias. Nosotros tenemos nuestra licencia, que es Paduana y queremos llegar a ser reconocidos con ella', afirma.

Reforma radical en la estructura empresarial

Los nuevos propietarios de Paduana realmente no compraron la empresa. Lo que hicieron fue adquirir una de las fábricas, la maquinaria que les era útil y la marca a la antigua sociedad, que había cerrado el año con unas pérdidas de 0,56 millones de euros.Vicente Simó, socio mayoritario, Ismael Serna y Alberto Espina, constituyeron una nueva empresa, Paduana XXI, a la que se incorporaron los 57 empleados que quedaban. La anterior sociedad se quedó con un edificio histórico en el centro de Ontinyent (Valencia) y pudo afrontar las deudas con los bancos con la operación, desvinculándose definitivamente del sector textil.Con una sola planta, la nueva Paduana ha optado por fabricar directamente los textiles para decoración y subcontratar el resto en empresas del entorno. 'De momento no sentimos la necesidad de irnos fuera puesto que todo el sector está concentrado en nuestra comarca', explica Serna, que sin embargo ve con cierta tristeza la falta de reacción de un sector acuciado por Asia.

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