La aventura burocrática de convertirse en autónomo
Todo empezó en Hacienda, cuando rellené el impreso 036'. Aunque ningún emprendedor narraría de este modo tan frío su aventura empresarial, desde el punto de vista burocrático esta es la forma de empezar a trabajar por cuenta propia. Este impreso (sin coste económico) sirve para dar de alta en Hacienda una actividad empresarial o profesional. A partir de ahí, deberá dirigirse a la Seguridad Social para darse de alta en el régimen que corresponda y, según los casos, ir al ayuntamiento a solicitar licencias de apertura.
Que todo esté solucionado en una mañana o en un mes depende de factores como la forma jurídica que adopte el negocio y de la actividad que se vaya a desarrollar. Se puede optar por constituir una sociedad o actuar como una persona física (empresario individual o profesional). Entre los aspectos negativos de la sociedad está el tener que pasar por un notario, algo prescindible como persona física. Pero a través de una sociedad, la fiscalidad es más suave. Además, si se opta por la fórmula de la sociedad limitada nueva empresa, el pago de impuestos se difiere durante tres ejercicios.
Como persona física, unas actividades serán empresariales y otras profesionales. Poner una tienda o un restaurante son actividades empresariales, en tanto que abogados, arquitectos o psicólogos son profesionales. Diferenciar entre actividades sirve para elegir el método por el que tributar en el IRPF.
El emprendedor también tiene que estar atento al IVA. En líneas generales, el autónomo paga IVA por sus compras y cobra el IVA por lo que vende o los servicios que presta. Si soporta (paga) más IVA del que repercute (cobra) podrá pedir en Hacienda la devolución del exceso. Si cobra más del que paga, deberá ingresarlo. Cada trimestre se calcula esta diferencia.
Antes de lanzarse a la aventura en solitario puede ser interesante contactar con la ventanilla única empresarial (en la página web www.ventanillaempresarial.org o en el teléfono 902 100 096). Es un organismo vinculado a las Cámaras de comercio donde asesoran y tramitan la puesta en marcha de un negocio sin coste. También en la Dirección General de Política de la Pyme se puede obtener asesoramiento (www.ipyme.org).