Arias Cañete reconoce que el PP fue informado de la operación de Sacyr sobre el BBVA
El secretario ejecutivo de Economía y Empleo del PP, Miguel Arias Cañete, ha reconocido que el PP fue informado de la operación por la que la constructora Sacyr Vallehermoso pretendía hacerse con, al menos, un 3,1% del capital del BBVA y convertirse así en su mayor accionista.
En declaraciones a la Cadena COPE, Arias Cañete ha señalado que el principal partido de la oposición había mantenido "algún contacto" con todas la partes que han estado interviniendo en la operación, y ha aclarado que fue "con el gobierno y con el Banco de España".
Para el ex ministro de Agricultura "un partido importante tiene que estar al tanto de todo lo que pasa en la realidad económica del país", y ha especificado que "nunca hemos dado luz verde a esta operación", al tiempo que ha afirmado que son partidarios de no intervenir en la economía". Asimismo, ha criticado al PSOE porque no se ha "creído" que hay que mostrar un "respeto absoluto" por el funcionamiento de las empresas, y ha recalcado que tanto el líder del PP, Mariano Rajoy, como el resto del equipo no son "partidarios de intervencionismos en la economía", ya que creen necesario "que el mercado juegue en libertad", sin "manipulaciones ni fines torticeros".
Operación con ¢muchas dificultades¢
Según Arias Cañete, al Partido Popular "siempre nos pareció que esta operación tenía muchas dificultades por la escasa participación que tenían y por el hecho de que no se había desembolsado ninguna cantidad todavía". Ha reseñado que se trataba de una "operación financieramente complicada a base de opciones de adquisiciones futuras, por tanto no había unas acciones encima de la mesa y un capital".
En este sentido, ha añadido que el BBVA "tiene una altísima capitalización bursátil y cualquier operación requiere unos fondos económicos muy cuantiosos que no estaban disponibles en aquellos momentos".
Arias Cañete también ha señalado que le da "mucho miedo" que el director de la oficina económica del presidente del Gobierno, Miguel Sebastián "quiera colocar a un amigo al frente de una institución financiera que está razonablemente bien gestionada", el BBVA. Se refería así a la investigación abierta en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), sobre posibles irregularidades contables en la venta a Merrill Lynch en 1996 de la sociedad FG Valores, que era propiedad del actual presidente del BBVA, Francisco González.