El empresario cree más en el esfuerzo que en el talento
Schumpeter creía que era cuestión de liderazgo. Knight, de la habilidad para convivir con la incertidumbre y de la confianza en uno mismo. Kirzner, de la creatividad y el talento para explotar las oportunidades de negocio. Ninguno de estos tres economistas teóricos de la actividad empresarial acertaría del todo con la percepción que tienen los empresarios españoles sobre las causas de su éxito.
La mayoría está convencido todavía de que éste tiene más que ver con el sudor que con la inspiración y depende más de características personales, de la dedicación y del esfuerzo, que de la organización y del entorno.
De acuerdo con una encuesta entre 500 empresarios elaborada por la Fundación Rafael del Pino, cuyas conclusiones se recogen en el libro Emprendedores y espíritu empresarial, el factor de éxito más aducido por los empresarios fue la dedicación y la constancia en el trabajo (un 22%), muy por encima de otros más ligados a la posesión de ventajas específicas en un ámbito concreto, como la innovación y capacidad técnica, el conocimiento del mercado o el precio.
Parece, a juzgar por estas respuestas, que para conseguir resultados y diferenciarse de la competencia, el emprendedor español aprecia más que cualquier otra cosa un espíritu forjado en el gusto por el trabajo y la perseverancia, al más puro estilo calvinista.
Las respuestas ponen de relieve que una cosa es sobrevivir y otra muy diferente, tener éxito. Los condicionantes no son los mismos. Contar con un producto adaptado al mercado es el factor considerado por los empresarios más relevante para pervivir, mientras que éste se desplaza a un sexto lugar si se mide el éxito.
En general, muchos de los factores que se consideran importantes para la supervivencia son aspectos escasamente valorados por los empresarios encuestados como determinantes del triunfo. Así, el esfuerzo tecnológico, la buena cultura empresarial, las expectativas de mercado o la disponibilidad de recursos financieros se valoran mucho para la supervivencia, pero no para llegar a ese estado de gracia del éxito.
La encuesta indaga también en las razones de los fracasos empresariales y la actitud de los empresarios cuando sufren un revés en su actividad. La mayor parte, un 55%, vuelve a operar en el mismo sector después de un fracaso. Más que mostrar ese espíritu de perseverancia del que hacen gala en la encuesta, esto se debe, probablemente, a que ya tienen una serie de conocimientos y han incurrido en gastos difícilmente de rentabilizar en otros sectores.
Razones del fracaso
Entre las causas desencadenantes de los fracasos, el informe agrupa las respuestas en cuatro. Entre las relacionadas con las características personales del emprendedor, un 26% se refiere a su propia inexperiencia o juventud. La segunda causa, aunque a distancia de la anterior, con un 9% de las respuestas, es el desconocimiento del sector, y sólo un 5% considera que la causa de su fracaso se encuentra en su falta de dedicación. Esto muestra que, en general, valoran bastante el esfuerzo y consideran que si fracasan no es por su falta.
El informe destaca también que a pesar de la modesta cualificación media del empresario, muy pocos, sólo un 3%, considera que su baja formación fue un elemento determinante en la quiebra de su negocio. Eso significa que tienen un alto concepto de sí mismos o que siguen valorando la experiencia en la actividad empresarial más que la formación, con una valoración muy negativa del sistema educativo.
Respecto a los problemas ligados con la organización y gestión de la empresa, el más destacado es el de las relaciones con los socios (un 24%), seguido por los problemas de organización y planificación (un 19%). Errores en el diseño del producto o la escasa capitalización son otras causas.
Curiosamente, los aspectos ligados a la estructura financiera de la empresa no parecen haber desempeñado un papel excesivamente importante en los fracasos de los empresarios encuestados y sólo es un motivo aducido por un 5%.
Fuera del ámbito de la propia empresa, una de las causas principales de mortandad empresarial son los impagos por parte de los clientes, un problema para el 17% de los encuestados, seguido por los conflictos con los proveedores.
Ser su propio jefe
Un 56% de los españoles desearía ser su propio jefe, frente a un 34% que prefiere ser empleado, según datos de un Eurobarómetro publicado ayer por la Comisión Europea. Eso supone que los españoles están por encima de la media de los ciudadanos de la UE en el deseo de ser empresarios, opción elegida por un 45% de los encuestados. Sin embargo, un 70% de los españoles reconoce que 'nunca' ha pensado en crear una empresa.
El perfil del emprendedor español
40 a 50 años es la edad media de los empresarios, aunque la mayoría inicia su actividad a los 25 años. Casi el 90% es hombre, sobre todo entre grandes y medianas.60% de los emprendedores pertenece a una familia con cierta tradición empresarial. Y es que el entorno familiar es clave en la carrera de los empresarios españoles.78% del capital es aportado por el empresario o su familia. La estructura financiera media de las empresas al constituirse está dominada por capital propio.47,5% de las empresas en marcha ha recibido algún tipo de ayuda financiera. Un tercio de los empresarios en fase de gestación de su empresa espera obtener ayuda.50% aumentó en 2003 el número de personas implicadas en nuevas iniciativas empresariales. El número total de emprendedores alcanza los 1,7 millones.6% escasamente de los empresarios es capaz de negociar en idiomas distintos al español. Eso incide en la poca predisposición que aún tienen al comercio exterior.