El 80% de los catalanes no tributará por sucesiones
El nuevo impuesto de sucesiones previsto en Cataluña reducirá de 16 a 6 el número de tramos, el tipo mínimo bajará hasta el 6% y el máximo, hasta el 31%.
Según anunció ayer el titular de Economía de la Generalitat, Antoni Castells, la reforma del Impuesto de Sucesiones y Donaciones dejará exentos de pago al 80% de los declarantes, que pasarán de ser 75.000 anuales a 15.000, y hará que la presión fiscal media que soportan los contribuyentes en esta comunidad baje hasta el 24% en julio del año 2007, cuando entrará en vigor la tercera y última fase de la reforma. Según explicó Castells, los contribuyentes más favorecidos pagarán un 66% menos, mientras que los menos beneficiados verán reducidos la presión fiscal en un 11%.
El anteproyecto de ley establece que el mínimo exento subirá hasta los 40.000 euros para hijos y parientes directos, frente a los 18.000 actuales. Si es el cónyuge el que recibe la herencia, no tendrán que tributar si la cantidad es inferior a 80.000 euros, frente a los 18.000 actuales. En el caso de hijos y parientes directos, supondrá multiplicar la cifra por 2,2, y en el caso de cónyuges y parejas de hecho, multiplicar por 4,4.
Hasta ahora se aplicaba a la tarifa de este Impuesto un coeficiente en función del grupo de parentesco y del patrimonio de la persona que recibía los bienes; la nueva norma elimina el coeficiente de patrimonio existente. Una vez el declarante se haya aplicado las deducciones al importe total, se calculará la tarifa del Impuesto. Hasta ahora existían 16 tramos, desde un tipo mínimo del 7,2% al 32,98%, y la Generalitat de Cataluña los reducirá a un total de seis, entre el 6% y el 31%. La primera fase de la reforma (las cantidades exentas), entrará en vigor cuando el Parlamento catalán apruebe la ley, a mediados de este año. La segunda fase (las nuevas tarifas), comenzará en el mes de julio de 2006 y la última, (la reducción de 16 a seis tramos), en julio del año 2007.
A pesar de la rebaja de la presión fiscal, el consejero Castells aseguró que la reforma 'apenas tendrá impacto recaudatorio'. La Generalitat catalana espera una recaudación de 450 millones en el cierre de 2004 y de 514, 1 para el presente ejercicio. Castells cree que la cifra no variará en el año 2006 y que se incrementará entre un 4% y un 5% en 2007 y 2008.