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Laboral

Fallecen siete obreros de la construcción en Burgos

Un accidente de trabajo acabó ayer con la vida de siete trabajadores de una constructora en Burgos, en uno de los mayores siniestros laborales de los últimos años. Ayer fallecieron también trabajando otras dos personas en Vizcaya y Ávila.

Ayer fue un día luctuoso para el mundo del trabajo: al menos nueve personas perdieron la vida mientras trabajaban, poniendo de nuevo a flor de piel el debate sobre la seguridad en el trabajo, en un país en el que se registraron, entre enero y octubre del año pasado, 1.214 muertes por accidente laboral.

A las ocho y media de la mañana de ayer, en la planta baja de un edificio en la confluencia de las calles Sauces y Sáez Alvarado, en Burgos, se produjo una explosión del combustible almacenado junto con las herramientas de trabajo de una empresa constructora. A consecuencia de la explosión siete trabajadores fallecieron, y cinco más fueron hospitalizados en estado crítico o muy grave. Seis de las siete personas fallecidas eran de nacionalidad española, y una marroquí.

El lugar del siniestro era utilizado por los operarios de la empresa Arranz Acinas, que construye el carril-bici de la ciudad, para cambiarse de ropa cada mañana. Según las primeras investigaciones, la explosión se pudo producir al manipular alguno de los trabajadores una garrafa de combustible, según la subdelegación del Gobierno en Burgos, mientras un grupo de unos quince operarios se cambiaban de ropa para comenzar su jornada laboral.

Además de este accidente laboral, uno de los más graves ocurridos en los últimos años, ayer fallecieron otros dos trabajadores en Ávila y Portugalete (Vizcaya).

En Ávila un operario de la construcción de 51 años murió tras precipitarse al vacío desde una altura de 10 metros. En Portugalete (Vizcaya) un operario de la autoridad portuaria cayó a la ría del Nervión con su furgoneta al atravesar el puente colgante que une Portugalete con Las Arenas de Guetxo.

Tras el grave accidente de Burgos las autoridades locales decretaron tres días de luto, y el Gobierno anunció por boca de su ministro de Trabajo, Jesús Caldera, que se abrirá una investigación inmediata. Los sindicatos convocaron ayer una manifestación en la capital burgalesa como medida de protesta por el accidente y la falta de seguridad en centenares de obras. Izquierda Unida pidió a Trabajo la creación de una fiscalía especial para la siniestralidad laboral y los sindicatos que se endurezcan las penas por incumplimientos.

Más de 1.200 muertos en diez meses

Más de 1.200 trabajadores perdieron la vida el pasado año mientras realizaban su trabajo. Aunque entre enero y octubre del pasado año el porcentaje de víctimas mortales disminuyó un 9,2%, con 80 fallecidos menos que en 2003, las cifras no consuelan a nadie. De hecho, no hay que olvidar que además de los accidentes mortales, sólo en los primeros diez meses del pasado año hubo 725.887 accidentes laborales que provocaron la baja laboral del accidentado.El coste de estas bajas y las indemnizaciones de los fallecidos, además de otros costes derivados de los accidentes suponen el desembolso anual de la friolera de más de 12.000 millones de euros (dos billones de las antiguas pesetas).El accidente de ayer en Burgos supuso uno de los siete más graves desde 1980 en España. Entre los más graves destaca el ocurrido en mayo de 1985, cuando murieron 21 trabajadores y 13 desaparecieron en una explosión de varios buques. En agosto de 1995 murieron 14 mineros en una mina de Hunosa en Mieres (Asturias) y en 1997, 18 trabajadores fallecieron en el incendio de un barco en Valencia.

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