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CincoSentidos

La animación española, a la conquista de EE UU

El Cid quiere conquistar Estados Unidos. El Cid, la leyenda, premio Goya 2004 a la Mejor Película de Animación, llega este mes de enero a 600 salas estadounidenses, después de exhibirse en cines de 81 países, entre ellos Francia, México, Corea del Sur, Italia y Portugal. En España la película se estrenó a finales de noviembre de 2003 y en la primera mitad del pasado año era la tercera producción española con mayor recaudación. 'Estrenar en el complicado mercado estadounidense es un hito para el cine español', asegura Paco Rodríguez, responsable en Filmax Animación de la producción ejecutiva de El Cid, la leyenda.

En el sector de la animación, creatividad e industria siguen caminos diferentes. 'Talento hay, pero no existe una verdadera industria', comenta Manuel Gómez, director de Dygra, de cuyos estudios ha salido El bosque animado, la primera película de animación por ordenador realizada en Europa que han visto más de un millón de europeos (las pasadas navidades se estrenó en Escandinavia).

Los presupuestos con los que trabaja el cine español de animación no tienen nada que ver con las producciones de los estudios americanos. Filmax es uno de los grupos que ante la sequía inversora de las televisiones en series de animación optó por producir largos, con contenidos más ambiciosos y mayor presupuesto, buscando la rentabilidad en las ventas internacionales. La estrategia ha dado resultado y confiesan que el futuro pinta bien para ellos. Tras El Cid, la leyenda y P3K Pinocho 3000, Filmax Animación estrenará este año Giseku, Nocturna y Donkey Xote en 2006.

Sos producciones que tardan 3 años en ver la luz, en las que interviene una media de 300 personas y que cuestan diez veces menos que una película de animación americana. El Cid, por ejemplo, con campaña de publicidad incluida, costó alrededor de 7 millones de euros, P3K Pinocho 3000, rondó los 10 millones y Donkey Xote, rodada ya en animación 3D, rondará los 11 millones de euros, revela Paco Rodríguez.

Con estos presupuestos, no queda otro remedio que coproducir. Filmax se ha asociado con Italia en la producción de Donkey Xote y Dygra ha financiado con capital portugués el 20% de su nueva película, El sueño de una noche de San Juan, que ya ha sido vendida a 56 países. La cinta, inspirada en la obra de Shakespeare, ha contado con un presupuesto de 8 millones de euros entre producción y copias. 'Cualquier película producida en EE UU costaría entre 60 y 90 millones de euros. Si el espectador paga lo mismo, el acabado tiene que ser homogéneo, de lo contrario, se siente estafado', precisa Manuel Gómez.

Dygra intenta usar las armas del mercado americano. La productora está trabajando en más de 300 productos derivados de El sueño de una noche de San Juan (con El bosque animado se lanzaron 50 productos una vez estrenada la película). EE UU es el mercado que ambicionan, por eso en el futuro harán versiones en inglés, con actores conocidos. 'Es nuestro objetivo', reconoce Manuel Gómez.

El merchandising es una de las armas comerciales para las que la animación española tiene poca capacidad de respuesta. 'Compites con películas que te están vendiendo desde hace un año, y cuando llega la tuya parte con desventaja', explica Íñigo Berasategui, codirector de Supertramps, premiada en el pasado Festival Internacional de Cine de Gijón, y de Glup.

Cualquier licenciatario necesita conocer la fecha de estreno, el número de copias y la inversión en publicidad. Y con dos años para poder fabricar y colocar los productos en el mercado. Requisitos que no están al alcance de todos, matiza Paco Rodríguez. Por eso el productor ejecutivo de Filmax Animación defiende alianzas paneuropeas en la distribución. 'Si no, seguiremos vampirizados por los productos y contenidos americanos'.

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