Sony España socorrió a su matriz en 2004 con un dividendo histórico
En un ejercicio de pérdida de rentabilidad, vaivenes en Bolsa y anuncio de despidos como ha sido 2004 para la japonesa Sony, la filial española entregó dividendos que suman 106,3 millones. De esta cantidad, 85,9 millones salieron de sus reservas y 20,4 millones de los beneficios del año. Este respaldo ha incidido en la reorientación del negocio del gigante de la electrónica.
Sony necesitaba poco menos que reinventarse el año pasado para competir en el negocio de la electrónica de consumo, campo que ha dominado durante décadas. Y la subsidiaria española respondió con sus fondos a la llamada de Tokio. La firma concluyó el último ejercicio fiscal cerrado en España con unas ganancias de 29,3 millones, lo que supuso un descenso del 31,5% respecto a 2003. De ese beneficio se reservó 8,9 millones y se entregó un dividendo de 20,4 millones de euros.
Pero el respaldo de Sony España a Japón no quedó ahí porque su accionista único -Sony Europa Holding BV- aprobó, dos semanas antes del cierre de las cuentas, la entrega de otros 85,9 millones con cargo a las reservas voluntarias de la filial española. De este modo, los dividendos aportados alcanzaron los 106,3 millones en 2004, una cifra histórica después de que en 2003 Sony España guardara la totalidad de sus beneficios (42,7 millones) y sus reservas quedaran intactas en 188,5 millones. 'La cifra de 2004 correspondió a excedentes de caja no utilizados en las operaciones de negocio', declaran desde el área financiera.
Detrás de esta muestra de generosidad se encuentra un duro ejercicio 2003-2004 para Sony Corporation, asentada en Tokio. El incremento de la competencia en el sector, con la entrada de compañías informáticas como Dell, HP y Apple, y el crecimiento de empresas asiáticas entre las que están Samsung, Benq y Acer, motivó una caída en los márgenes comerciales. Además, la propia Sony ha explicado en distintas ocasiones que sus cuentas fueron sensibles a la recesión sufrida en grandes mercados como Alemania y Francia.
'Una vez auditadas las cuentas del año pasado el 1 de julio nos reunieron para contarnos que Sony Corporation metía la mano en nuestro puchero para dedicar fondos a innovación y potenciar la producción de pantallas de plasma y LCD', recuerda Enrique Rodríguez, por entonces secretario general de la sección sindical de Sony. 'La dirección nos dijo que el esfuerzo era compartido por el resto de filiales europeas', añade. Sobre estos detalles la empresa ha preferido no opinar.
La petición de 106 millones a España se produce cuando la filial perdía rentabilidad. El beneficio de explotación cayó el año pasado un 68%, hasta 34 millones, y el beneficio neto se rebaja desde los 42,7 millones de 2003 a los mencionados 29,3 millones de 2004. Esta rebaja contrasta con ventas crecientes en un 3,4%, hasta los 1.536 millones de euros. La compañía achaca esta situación a 'la caída de márgenes comerciales'.
Cambios en la matriz
Sony Corporation mantiene un plan global de reestructuración que llegará a 2006 con una previsión de 20.000 despidos (el 13% de su plantilla), la mayoría en Japón; la adopción de estrategias de convergencia entre distintos negocios; el refuerzo de las divisiones de electrónica y semiconductores, y la reunión de tres de sus entidades financieras en una nueva sociedad de cartera. Los ingresos de Sony Corporation en 2004 estuvieron por debajo del nivel de 2002, pero fuentes internas mantienen que los recortes 'no afectarán' a la planta de Viladecavalls (Barcelona).
Sony entró en España en 1965 y su plantilla se eleva a 2.500 empleados entre el personal de fábrica, almacén logístico, administrativos, comerciales y directivos. Entre sus planes a corto plazo destacan el desarrollo de componentes para la televisión digital terrestre y la conectividad inalámbrica.
En cuanto a su aportación a la innovación, Sony España tiene previsto invertir 22 millones al término del presente año fiscal en I+D, frente a los 14 millones que declaró a 31 de marzo de 2004. De hecho, la entidad fue galardonada el año pasado con el Premio Príncipe Felipe a la Excelencia Empresarial por su trayectoria en este país.
El dinero de las filiales se precisaba para invertir en nuevas tecnologías