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Salón de Detroit

General Motors y Ford extienden la incertidumbre sobre el sector

Ford y, sobre todo, General Motors han sido incapaces de generar confianza de los medios presentes en el 17 Salón Internacional de Detroit. Los dos mayores fabricantes de automóviles, General Motors y Ford, acudieron a la principal cita del año en EE UU, con su mejor cara, dispuestos a convencer de que los malos tiempos han pasado y que son capaces de hacer frente a la creciente competencia, sobre todo a la de Extremo Oriente. Todo ello, con el telón de sus mínimos históricos en cuota de mercado registrados en 2004. La participación de GM, Ford y Chrysler en las ventas totales cayó el año pasado al 58,7%, su mínimo histórico. Hace once ejercicios, los tres grupos copaban el 73,7% del pastel.

Y es que la sucesión de malas noticias desde el domingo ha motivado la desconfianza. GM se ha desmarcado de los planes generalizados de expansión anunciados por la mayor parte de sus competidores. Ayer, el banco suizo UBS aseguró que las calificaciones tanto de GM como de Ford apenas lograrán mantenerse por encima del bono basura en 2005 y que, ya en la actualidad, el precio de su deuda ya correspondería más bien al de un grado por debajo del de inversión. Algunos medios de comunicación de Detroit, incluso, llegaron a calibrar ayer la posibilidad de que Ford o, sobre todo, General Motors, se acojan a una suspensión de pagos que les permita una profunda reestructuración. La cotización de Ford cayó el año pasado un 8,5%. La de GM menguó un 25% en 2004.

El presidente de la compañía, Rick Wagoner, ha aprovechado el salón para realizar varios anuncios que han causado inquietud. El ejecutivo informó el lunes que prevé reducir por cuarto ejercicio consecutivo su fuerza laboral en EE UU, lo que provocaría la salida del grupo de 8.000 personas, el 7% de la plantilla en el país. Paralelamente, realizó un llamamiento de ayuda al Gobierno para que eche una mano a las empresas en la cuestión de los fondos de pensiones y los seguros médicos de sus empleados. Sólo GM, tiene que hacer frente a un pago anual de 5.000 millones de dólares por este concepto, lo que erosiona su capacidad para acometer inversiones.

Pero es que fuera de sus fronteras, el fabricante sigue teniendo problemas. GM realiza actualmente un estudio de viabilidad sobre su filial sueca Saab, en el que plantea el cierre de la marca si la inversión requerida para su relanzamiento es injustificable, según publica el Financial Times desde Detroit.

El presidente de Ford, William Clay Ford, aseguró por su parte que 'han dado la vuelta a la compañía'. El nuevo consejero delegado, Jim Padilla, enfrió algo el entusiasmo de su jefe al asegurar que la división de coches de lujo (Premier Automotive Group), que engloba a Land Rover, Volvo, Aston Martin y Jaguar, no aportarán un tercio del beneficio en 2006, tal y como estaba previsto. PAG incumplirá su previsión de beneficio por su filial británica, Jaguar.

Ganar cuota

Estas noticias por si solas no serían tan graves si las marcas japonesas y asiáticas no mostrasen un apetito tan desmedido por el mercado estadounidense y si su capacidad financiera no fuese tan superior a la de Ford y GM. Nissan y Toyota han aprovechado el salón en terreno contrario para anunciar que no se contentan con el récord de cuota del 34,5% registrado en 2005. El presidente de Nissan, Carlos Ghosn, anunció que va a intensificar los descuentos en sus modelos para arañar mercado, después de que sus ventas subieran en 2004 el 23,7% en EE UU. Toyota, por su parte, quiere más pastel del nicho más rentable, el de todo terrenos. El primer fabricante nipón aspira a duplicar sus ventas en 2008, hasta 230.000 unidades, lo que le daría el 10% del mercado.

La cuota de mercado de los dos grandes grupos ha marcado mínimos históricos

Empuje asiático

En 2004, Toyota ganó un punto de cuota, con un incremento de ventas del 10%, su noveno récord anual de ventas. Honda quiere vender el 7,6% más. Hyundai ha anunciado que espera incrementar el 15% sus ventas durante este año.

Mitsubishi se compromete a mantener abierta su única planta en Norteamérica

El presidente de la división norteamericana del fabricante japonés de automóviles Mitsubishi, Rich Gilligan, se comprometió ayer a mantener abierta su única instalación industrial en Estados UnidosMitsubishi Motors Norteamérica, que atraviesa como su matriz una crisis económica y se enfrenta a la caída de su cuota de mercado, dispone de una planta en Normal (Illinois). Gilligan calificó esta planta como 'una parte imprescindible' de la presencia de la empresa en Estados Unidos. Las ventas de Mitsubishi Motors en Estados Unidos alcanzaron 256.910 unidades en 2004, lo que se traduce en una reducción del 37% en comparación con el ejercicio precedente. La cuota de mercado de la compañía cayó del 1,5% de 2003 al 1% del año pasado.La compañía anunció que ha decidido comenzar a exportar su modelo Galant a Europa y a los países de Oriente Próximo a partir de 2006 con una forma de ayudar a incrementar la baja productividad actual de la planta.

Volkswagen confía en el nuevo Jetta para frenar sus pérdidas en EE UU

El mayor fabricante de coches de Europa aprovechó el Salón de Detroit para presentar la nueva versión de su coche mas vendido en el país, el Jetta. Las ventas de las marcas del grupo Volkswagen (Volkswagen, Audio Bentley) cayeron el 14% en 2004 hasta 336.111 coches.Este descenso de matriculaciones, unido al desfavorable tipo de cambio y la necesidad de aplicar más descuentos, ha dejado al consorcio germano con unas pérdidas cercanas a los 1.000 millones de dólares en el país. La actualización de la berlina Jetta supone un rejuvenecimiento del coche en un nicho de mercado muy disputado por sus rivales europeos y estadounidenses. La compañía ha incrementado el tamaño del maletero, aunque a la vez le han dado un aspecto más deportivo para captar a un público más joven. Volkswagen trata así de ampliar su mercado en EE UU.Por otra parte, estudia la posibilidad de trasladar la producción de su marca de lujo Bentley a la factoría situada en la ciudad alemana de Dresde, en la que en la actualidad sólo se fabrica el Phaeton.

Bergé prevé vender el 12,5% más este año tras facturar 1.500 millones en 2004

El mayor importador privado de automóviles de España, Bergé Automoción, anunció ayer en Detroit que espera incrementar sus ventas el 12,5% durante 2005, lo que supondría unas matriculaciones totales de 90.000 unidades, según su presidente, Fernando d'Ornellas.La compañía facturó 1.500 millones en 2004. Este crecimiento se fundamentará en su marca mas vendida, la coreana Hyundai, con un 6% de alza, hasta 50.000 coches. Además, d'Ornellas informó de sus planes para la japonesa Lexus, cuyas matriculaciones se espera que pasen de 1.500 unidades a 1.650. La otra marca japonesa del importador, Subaru, registrará, de cumplirse las previsiones de Bergé, 2.300 ventas de sus modelos, lo que supondrá una subida del 30%.Cadillac, por su parte, registró 115 unidades vendidas en 2004, cifra que pasará a 295 este ejercicio, en tanto que Corvette pasará de 16 unidades a 120, y Chevrolet se mantendrá en torno a 70 unidades. En cuanto a los grandes todo terrenos, los Hummer, prevé que la comercialización mejore un 375%.

Chrysler quiere el 1% de cuota en Europa

El mal momento de los dos grandes fabricantes estadounidenses contrasta con el estado de euforia que vive el tercer grupo en discordia. El presidente de Chrysler, Dieter Zetsche, aseguró ayer en un encuentro con la prensa española que la crisis del grupo ha pasado y que pretende a expandir su negocio en EE UU y Europa. Chrysler es filial de DaimlerChrysler y está compuesta por las marcas Chrysler, Jeep y Dodge. La compañía, precisamente, ultima la reentrada de esta última marca en el mercado europeo, del cual controla en la actualidad el 0,7% de las ventas. Zetsche prevé que esta cuota de mercado se incremente hasta el 1% en 2007 y que se llegue hasta el 1,4% hacia 2010.El directivo alemán estima además que Chrysler ahora está en una posición 'sólida' y que su ambición es convertirse en el 'mejor fabricante de coches de EE UU' en 'todos los aspectos'. Chrysler vivió una crisis financiera y de resultados aguda a principios de la década. En 2004, la compañía ha vuelto a beneficios, según confirmó ayer su primer ejecutivo.El primer lanzamiento de Dodge En el mercado europeo será el deportivo Viper, que se presentará en el Salón de Barcelona este año. Este lanzamiento se verá acompañado por otros modelos que serán los que aporten volumen de ventas a la filial. La firma no prevé 'grandes inversiones publicitarias' para dar a conocer la marca, aunque sí realizará campañas para dar a conocer los modelos. DaimlerChrysler asumió en octubre la gestión comercial de su marca Chrysler en España.

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