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Energía

Bruselas denuncia la concentración del sector energético en Europa

La concentración del sector energético constituye, según la Comisión Europea, el principal obstáculo al proceso de liberalización puesto en marcha hace cinco años. España, según Bruselas, figura entre los países donde la estructura del mercado eléctrico 'supone un grave problema'.

La Comisión Europea publicó ayer su informe anual sobe el proceso de liberalización energética puesto en marcha en la Unión Europea hace cinco años (tres años en el caso del gas). El documento concluye que 'la concentración en el mercado de la electricidad es ahora el obstáculo más importante para el desarrollo de una competencia más vigorosa'. En gas, la Comisión señala que 'a nivel nacional, a menudo hay una sola compañía que suministra todo el gas al mercado'.

Bruselas reconoce los avances en el proceso de liberalización pero lamenta que los gigantes nacionales como la española Endesa, la francesa EDF o la alemana EON sigan dominando los respectivos feudos nacionales. 'Espero una mejora significativa cuando las directivas de liberalización se apliquen totalmente', confía el comisario europeo de Energía, Andris Piebalgs.

'Donde sólo existe un número pequeño de operadores, el mercado puede carecer de credibilidad de cara a los consumidores finales', advierte el informe de la Comisión, el primero realizado desde que Piebalgs sustituyera a Loyola de Palacio al frente del departamento comunitario de Energía.

Sólo el Reino Unido y los países nórdicos han alcanzado, según la Comisión, un grado satisfactorio de competencia. Frente a esos alumnos aventajados, en la mayor parte de los 25 Estados miembros 'la estructura del mercado es un grave problema'.

En ese pelotón milita el sector eléctrico español, donde, según la Comisión, 'la estructura del mercado y su falta de integración' es el principal obstáculo.

Una sola compañía copa en España el 40% de la capacidad de generación del sector, mientras que en el Reino Unido esa cuota sólo alcanza el 20% y el 15% en los países nórdicos (Dinamarca, Finlandia y Suecia). Los tres mayores competidores españoles suponen el 80% de la generación, el doble que en los mercados maduros.

Bruselas advierte que 'una posición dominante en generación corre el riesgo de cerrar el mercado del suministro' y pide a las autoridades nacionales que se involucren en una 'política de competencia más activa'. Y, por si acaso, prescribe también el remedio. 'Cuando no se puedan aplicar inmediatamente medidas estructurales para acabar con ese dominio, se hace imperativo aplicar medidas que equilibren el mercado y garanticen una subasta ecuánime y transparente en el mercado'.

En ese mercado mayorista, España se encuentra también muy lejos de igualar los parámetros que revelan una actividad competitiva. El volumen de electricidad negociado 'en abierto' apenas alcanza el 2% del consumo total. Bruselas calcula que la liquidez de un mercado de ese tipo requiere que el volumen negociado supere 10 veces la demanda final.

La beligerante actitud de Bruselas obedece, en parte, a la creciente insatisfacción de los clientes, que no acaban de ver los prometidos beneficios del proceso de liberalización.

Aunque los precios de la electricidad, en términos reales, se encuentran por debajo de los aplicados hace 10 años, Bruselas percibe que los clientes, sobre todos los más grandes, encajan mal los incrementos en una tarifa que apenas pueden negociar por culpa de la concentración del sector. 'Inevitablemente', reconoce la Comisión, 'surgen inquietudes sobre si los precios se están fijando de manera competitiva o no'. Y advierte que 'un mercado competitivo exitoso es más probable que se desarrolle cuando hay un número suficiente de operadores en el mercado'.

Cinco años después de la liberalización del sector eléctrico sólo uno de cada dos europeos ha cambiado de suministrador. Y en muchos casos, según la Comisión, sólo les ha servido para sufrir un emprobrecimiento del servicio. Bruselas lamenta además que la oferta se limite normalmente a operadores nacionales. Las compañías extranjeras captan en casi todos los países menos del 20% del mercado.

La UE advierte que, en estas condiciones, 'los consumidores pueden perder la confianza en el mercado y reclamar una regulación más estricta'.

El peligroso precedente de EDP

La integración de los mercados energéticos, confía la Comisión Europea, ayudará a corregir los problemas generados por la concentración actual del sector. 'La posición en el mercado de antiguos monopolios como EDF, EON o RWE sería más pequeña en el contexto de un mercado regional más grande'. Pero la CE reconoce que esa realidad queda aún muy lejos. 'La capacidad de interconexión continúa baja comparada con el tamaño del mercado'. Entre España y Portugal, protagonistas del mercado ibérico de energía, la capacidad de importación sólo alcanza, respectivamente, el 4% y el 8% de la producción nacional.La Comisión, en el informe sobre la liberalización del sector publicado ayer, advierte que, en estas condiciones, las fusiones en el sector difícilmente podrán superar el examen de la comisaria europea de Competencia, Neelie Kroes. 'La reciente decisión de prohibir la compra de Gás de Portugal por parte de Energias de Portugal y Eni refleja un importante precedente sobre cómo piensa lidiar la Comisión con una posible reestructuración de la industria'.

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