A ser padre también se aprende
Basta el sentido común para educar a los hijos o es necesario, aunque sea puntualmente, la ayuda de un experto? Federic Busquets, director general de la escuela de padres Baby Boom, considera que ser padres se ha convertido en una tarea tan compleja que cada vez más personas van a necesitar ayuda para llevarla a cabo.
Desde el pasado mes de noviembre Busquets capitanea un grupo de seis profesionales (tres psicólogos, dos pedagogos y un fisioterapeuta) que ayudan a los padres a enfrentarse a los problemas que conlleva la educación de los hijos. Busquets cuenta que es una de las primeras escuelas de este tipo que se ha desarrollado en España, pero que son muy comunes en el resto de Europa y en EE UU. A su juicio, un lugar como su escuela es necesario por el nivel de autoexigencia de los propios padres, unido al cambio social que ha supuesto la incorporación masiva de la mujer al mercado laboral. 'Tenemos un modo de vida que no nos deja tiempo para nuestros hijos, y el tiempo que ya no dedican las madres no lo están compensando los padres', explica.
La escuela barcelonesa ofrece dos tipos de contacto a sus clientes. El primero de ellos es la asistencia puntual a las aulas en la calle Consejo de Ciento, 341. En ellas se dan sesiones sobre cuestiones relacionadas con la educación, como pueden ser las etapas normales en el desarrollo de un niño o cómo enseñar a dormir, una conferencia que impartirá el especialista en sueño Eduard Estivill el próximo mes de febrero. Cada clase tiene una duración de dos horas y un precio de 20 euros. La escuela ofrece bonos para asistir durante uno, dos o seis meses a las conferencias que se consideren oportunas, lo que rebaja considerablemente el precio por sesión. El centro cuenta con una red de profesionales externos, como el caso de una veterinaria que impartirá una clase sobre la relación entre el niño y el animal.
'Los padres pecaban antes de estrictos y ahora de exceso de permisividad'
El segundo tipo es el servicio personalizado, 'dentro del despacho', en el que se analizan problemas concretos a propuesta de los padres y que afectan a la relación con sus hijos de cualquier edad, como puede ser una depresión infantil. 'Pero siempre lo abordamos de manera conjunta y viendo cómo los padres pueden influir en ella, de hecho nuestros clientes siempre son adultos, nunca un niño solo', matiza.
El cliente tipo será una mujer. 'Suelen tener más tiempo y se preocupan más, son más sensibles y más emocionales, el hombre no cree que una información externa pueda ayudar a mejorar un problema que surge en la educación de sus hijos'.
Psicólogo y padres de tres hijos, Busquets asegura que ahora es más difícil educar que antes, 'antes había unos modelos estrictos a los que se acogían las familias, basados en la religión o en la autoridad paterna, ahora nos hemos ido al otro extremo, a la excesiva permisividad'.
Desde el gabinete psicologopédico Verneda coinciden en el análisis de que a los niños de hoy no se les marca ningún tipo de límite, una situación que se agrava porque es muy frecuente aún dentro de la familia tradicional (padre y madre que conviven con hijos) que cada uno de los progenitores proporcione consignas diferentes. Busquets espera que la escuela tenga éxito, 'porque hay cosas que no te las dicta el sentido común, es difícil saber que de cuatro a siete años es la etapa donde se empieza a afianzar la autoridad paterna y la jerarquía, una información muy útil en según que casos'. Por último, Busquets aconseja no olvidar que la relación entre padre y hijos es muy similar a una de pareja, 'cuando más tiempo se invierta en ella, mejor funcionará'.
50 años de existencia en Francia
Las primeras escuelas de padres surgieron en Francia en la década de los cincuenta. En un principio aparecieron en el ámbito religioso, para educar de acuerdo con las ideas religiosas. En una segunda fase, se crearon centros dentro un ámbito clínico, por ejemplo, aquellos en las que los padres de hijos con anorexia se reunían una vez a la semana para aprender a afrontar problemas comunes. Más tarde nacieron las ligadas a los colegios y a las asociaciones de padres, las más habituales en España.Federic Busquets, director de la escuela de padres Baby Boom, explica que España está atrasada en este aspecto, si se compara con casi cualquier país europeo. 'Aunque en principio pueda parecer sorprendente hay países como Polonia en los que la Seguridad Social ofrece mucha más infamación a través de páginas webs, desde parques a los que puedes ir a jugar hasta el desarrollo del embarazo'.En España es relativamente fácil encontrar experiencias similares a la escuela de padres en la red. De hecho, en la web del Ministerio de Educación hay una, llamada precisamente Escuela de Padres, en la que desarrollan temáticas relacionadas con la educación. También la universidad a distancia UNED imparte cursos con programas de contenido similar.Aunque los intentos de desarrollar escuelas de padres presenciales hayan sido de momento poco efectivas, la inquietud existe. El ayuntamiento de Zaragoza ha contratado a Baby Boom para asesorar al entorno familiar de niños de entre diez y catorce años con problemas de drogadicción.