La OCDE define las pautas para las indemnizaciones por actos terroristas
La OCDE y las aseguradoras han acordado siete criterios que tanto los Estados como las compañías podrán utilizar para determinar si un acto es terrorista o no y si debe acogerse a los sistemas de indemnización públicos o privados.
La OCDE, tras más de dos años de consultas con el sector asegurador, ha definido siete criterios que los Estados y las compañías podrán utilizar para determinar si un acto violento constituye o no una acción terrorista y si puede acogerse a los sistemas de indemnización públicos o privados.
La iniciativa se puso en marcha tras los ataques del 11 de septiembre de 2001 en EE UU. La magnitud de aquella tragedia desencadenó una transformación radical en la percepción del riesgo terrorista desde el punto de vista asegurador: de encontrarse implícitamente cubierto por alguna póliza de tipo general (normalmente la de incendio) pasó a estar explícitamente excluido en la gran mayoría de los contratos aseguradores.
Los criterios aprobados por la OCDE el pasado 16 de diciembre en forma de recomendación perfilan, en primer lugar, el concepto de acto terrorista a partir de los medios, efectos e intenciones de la acción.
La intención de desestabilizar un Estado y el daño a la vida se catalogan como terrorismo
El uso de la violencia, el daño a la vida o a las propiedades, la intención desestabilizar un Estado o promover una ideología o creencia, son los siniestros rasgos del acto terrorista, según la OCDE. Pero la mayor novedad para el sector financiero es que la organización con sede en París se ha atrevido también a fijar criterios para determinar si un acto terrorista es asegurable o no. 'Desde el momento en que el terrorismo es objeto de un contrato de seguro, tiene que definirse claramente ese concepto', afirma la OCDE.
El ataque debe ser impredecible, sus daños cuantificables y el riesgo mutualizable. La magnitud de los potenciales daños no pueden exceder en principio la capacidad del mercado asegurador y reasegurador. Y la segmentación de los riesgos (umbrales, límites, etc.) deben definirse a priori.
Las autoridades nacionales podrán calificar algunos riesgos como inasegurables. Y en ese caso, el Estado debe definir los mecanismos de compensación apropiados bien públicos, bien financieros.
La OCDE advierte que 'es particularmente importante distinguir entre acto terrorista y otras manifestaciones violentas, como guerra (sistemáticamente excluida de las pólizas de seguro), motines o vandalismo'. El terrorismo está en la 'frontera' entre los riesgos políticos, considerados inasegurables por el sector, y los riesgos sociopolíticos, a los que normalmente sí se da cobertura.
Pero no es fácil trazar esa línea de separación. 'Después de los enormes daños del 11-S, las compañías de seguro y reaseguro han preferido adoptar una posición prudente y excluir ese tipo de riesgos totalmente o restringir drásticamente la cobertura', explica al OCDE. Las aseguradoras del World Trade Centre de Nueva York ni siquiera han zanjado todavía el pleito con el propietario de los edificios.
Negocio Signos de que las compañías vuelven al mercado
Tres años después de los atentados del 11-S, la OCDE ha señalado que algunas aseguradoras están regresando al mercado dispuestas a aprovechar un potencial filón de negocio. El proceso es lento porque el sector observa dificultades técnicas para diseñar una póliza adecuada al riesgo terrorista. Resulta especialmente difícil compartir los riesgos o calcular la magnitud de los daños potenciales.Pero ya hay compañías que han desarrollado su propio modelo para realizar estimaciones sobre las compensaciones que pueden derivarse de potenciales ataques terroristas. La firma Applied Insurance Research ha creado una base de datos con más de 300.000 objetivos potenciales en EE UU. A partir de cálculos de ingeniería, la aseguradora puede estimar los daños que, en función de las armas utilizadas, registraría el edificio atacado y sus adyacentes.
España El Estado carga con el coste de este tipo de atentados
En España, es el Consorcio de Compensación de Seguros la entidad que se hace cargo de los daños producidos por atentados terroristas. En un comunicado reciente, este organismo señaló que tenía previsto ocuparse también de las indemnizaciones de pólizas de vida cuyo titular falleciese por un suceso considerado extraordinario, como es el terrorismo.Además, el Consorcio señaló ayer, que recibirá a partir del 2005 menos ingresos procedentes de las pólizas de accidentes, ya que tiene pensado disminuir el recargo anual que actualmente cobra a estos seguros y que asciende a 0,0096 euros por cada 1.000 euros de capital asegurado. El director de operaciones del Consorcio, Alejandro Izuzquiza, explicó a Efe que el descenso de esos ingresos se compensará con la facturación que empezará a obtener por la indemnización de las pólizas de vida por sucesos extraordinarios.