El euro se queda en 1,36 dólares tras marcar un nuevo máximo
Llamar histórico a cada escalón que alcanza el euro puede sonar pretencioso, pero la moneda única se empeña en marcar hitos prácticamente a diario. O mejor dicho, es el billete verde el que sigue cayendo sin fondo, ante la mirada aterrada de los ministros de Economía de la zona euro, y bajo la sonrisa complaciente de las autoridades estadounidenses. Hoy, la moneda internacional se cambiaba a más de 1,3640 dólares a media jornada, lo que hacía presagiar que volvería a romper su récord. Sin embargo, al cierre del mercado de divisas de Francfort, la moneda única ha bajado ligeramente hasta los 1,36 dólares. Por su parte, el Banco Central Europeo fijó el cambio oficial del euro en 1,3633 dólares.
Mientras las exportaciones se despeñan, los EE UU aprovechan para cubrir por la vía de una moneda por los suelos su doble déficit: el fiscal (inflado al 5%, entre otras causas, por el incremento de gastos militares de la administración Bush) y el comercial (la primera potencia exporta mucho más de lo que importa). Una vez que Japón ha advertido repetidas veces que no se cambiará sus dólares por euros (posee buena parte de las reservas del tesoro estadounidense), en Europa queda poco que hacer.
Sin llegar a la histeria, son ya muchas las voces que piden una intervención del Banco Central Europeo que haga al euro un poco menos atractivo, poniéndolo más caro. Y es que la subida de tipos no sería la panacea, pero es la única acción factible en un escenario en el que ya se da por hecho de que el euro alcanzará sin despeinarse el nivel del dólar con cuarenta centavos.
Las apuestas de los analistas no versan ya sobre la altura que alcanzará el euro (apuestan claramente por los 1,40 dólares), sino sobre el momento en el que el BCE intervendrá para tratar de encarecer su moneda. Las opiniones más recientes, como las de Juan Antonio Cabrera, de Caja Madrid, aventuran que el Banco esperará a mediados de 2005 para ejecutar una subida de medio punto.