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CincoSentidos

Puertas abiertas permanentes en el Parlamento escocés

Cómo le gustaría a Manuel Marín presidir el Congreso de los Diputados sin la pesada maquinaria burocrática del pasado que le impide, reforma del Reglamento mediante, dinamizar la actividad cotidiana de los parlamentarios para acercar su trabajo al ciudadano corriente. Esta suerte la disfruta ya el Parlamento escocés, que inauguró edificio en Edimburgo a finales del pasado septiembre.

La Cámara escocesa dispone de un área de trabajo específica para que los diputados reciban a particulares con problemas de todo tipo: vivienda, paro, sanidad, servicios sociales... El sistema es tan ágil que no hay, apenas, listas de espera. La comunicación con el ciudadano no finaliza ni cuando se le da audiencia ni cuando se le encauza hacia la solución de su problema, pues también es avisado cuando se debate cualquier ley relacionada con sus preocupaciones. Esta política de puertas abiertas permanente carece de obstáculos: a las discusiones parlamentarias se puede acceder sin cita ni aviso previo.

El Gobierno escocés reconoce que estas ventajas parten de la juventud del Parlamento, creado en el año 1999 a partir de un sistema electoral que combina la elección directa y el modelo proporcional. En sus escaños se sientan 129 diputados en total, adscritos a siete formaciones políticas. En la actualidad forman mayoría de gobierno los laboristas y los liberales.

La reforma pendiente del Reglamento del Congreso español puede suponer un revulsivo para el resto de los parlamentos autonómicos existentes. Los más antiguos son los del País Vasco y Cataluña, que datan de 1980. Después se formaron los de Galicia y Andalucía y, con posterioridad a 1983, los trece restantes. Han tenido tiempo de sobra para ensayar una mayor cercanía al ciudadano, pero desde entonces la han desaprovechado.

Concurso internacional

Fue en julio de 1998 cuando el conocido arquitecto catalán Enric Miralles ganó el concurso internacional para levantar el nuevo Parlamento escocés. Inaugurado a finales del pasado mes de septiembre en Edimburgo, se compone de cuatro edificios y otras tantas torres rodeadas de un paisaje que combina ramas de hormigón cubiertas de hierba, flores silvestres, árboles y arbustos autóctonos de Escocia con un singular juego de elementos decorativos de agua y luz.La estructura del edificio donde se celebran los debates es de acero revestido con paneles de hormigón. Los parlamentarios se sientan en escritorios de roble y sicómoro, diseñados por Miralles. El tejado es muy vistoso porque descansa en vigas de roble contrachapadas unidas por un sistema de juntas de acero inoxidable, lo que permite la ausencia total de columnas.

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