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Motor

Isuzu cambia de importador tras caer las ventas el 92% desde 2000

La caída de ventas y los malos resultados de la distribuidora española han motivado que Isuzu, el fabricante nipón de todoterrenos, haya decidido cambiar de distribuidor en España, hasta el momento en manos de Quadis. A partir de ahora, la encargada será una joint venture del grupo Bergé, la propia Isuzu y Mitsubishi Corporation.

La UE, de hecho, dio ayer su visto bueno al proyecto presentado por las tres compañías, destinado a relanzar las ventas en España de la marca controlada por General Motors y especializada en todoterrenos y pick-ups.

Según el plan de las tres compañías, Mitsubishi se encargaría del transporte de los vehículos desde Japón. La comercialización la asumirá Bergé, el mayor importador privado en España, que ya ha relanzado marcas como Toyota, Chrysler o Hyundai.

Esta fórmula ya la emplea Mitsubishi Corporation en otros países, casi siempre con coches nipones o coreanos. De hecho, Bruselas aprobó en paralelo una operación parecida en Holanda. En este caso, el papel de Bergé lo ocuparía Alcadis, una compañía del grupo belga Alcopa, que ya importa vehículos japoneses a Bélgica como a Suiza, Luxemburgo.

La mala situación de la importadora en España, así como la sostenida caída de ventas de los todoterrenos de la marca han sido los detonantes del cambio de estructura de ventas en nuestro país. Las matriculaciones han sufrido una caída sostenida en el último lustro. Así, en lo que va de año se han vendido 34 unidades, el 92,4% menos de los 447 colocados en el año 2000, según Anfac.

Esta dramática caída de las ventas a colocado a Isuzu Ibérica en una pésima situación financiera. La filial española, propiedad de Infiato (filial de Quadis, el mayor grupo de concesionarios de España), cerró 2003 con unas pérdidas de 1,4 millones de euros (en 2002 ganó 58.662 euros) y unos fondos propios negativos de 81.476 euros.

Causa de disolución

Esos fondos propios son obviamente inferiores a la mitad de su capital, lo que obliga a la sociedad a llevar a cabo una ampliación o reducción de capital para evitar la disolución, según aseguró la firma Pont Mestres en el informe de auditoría de las cuentas 2003. Esta operación se llevó a cabo a finales del año pasado y fue comunicada al Registro Mercantil el 22 de enero. La filial redujo el capital en 825.610 euros y, paralelamente, lo amplió en 200.000 euros.

'Estancamiento de los modelos de la marca'

Infiauto, la filial del grupo catalán Quadis que hasta ahora distribuía los vehículos, explica sus malos resultados por el 'estancamiento que llevan sufriendo los índices de penetración de los productos de la marca, principalmente de los modelos de pick-up'. Y eso, a pesar de que el mercado de todo terrenos crece en España por encima de la media del mercado. Este estancamiento ha forzado a Isuzu Ibérica a 'liquidar el stock, con la consiguiente pérdida de margen'. Además, las menores ventas, motivaron que la facturación de Isuzu Ibérica cayese en 2003 a 10,3 millones, lo que supuso una caída del 14,2%. La filial comercializaba hasta ahora tres modelos, el Trooper, el Pick-up y los camiones N-Series.Paradójicamente, el informe de gestión de la filial aseguraba estar 'a la espera de un cambio en la política comercial del fabricante'.

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