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Textil

Mango crea dos navieras para abaratar su factura ante el fisco

El grupo textil Mango ha seguido los pasos de su competidora Inditex al constituir dos agrupaciones de interés económico (AIE) para invertir en el sector naval, y beneficiarse de las ventajas fiscales que conlleva esta iniciativa. El objetivo es adquirir en régimen de arrendamiento financiero un buque construido por la empresa Hijos de J. Barreras.

Tras la experiencia en el sector naval de Inditex, que constituyó una AIE con Ferrovial y el SCH, el otro gran grupo textil español, Mango, ha decidido emular esta iniciativa. Mango MNG Holding y su filial Punto Fa han constituido una AIE denominada Naviera Garbi, cuyo objeto social es la 'adquisición en régimen de arrendamiento financiero del buque tipo Ferry Conno de casco 1625 a construir por Hijos de J. Barreras (o cualquier entidad que le suceda) para su posterior explotación mediante arrendamiento'.

Naviera Garbi fue constituida el 26 de noviembre de 2003 con un capital social de sólo 100 euros, aunque se prevé que haya una posterior ampliación de capital según se vayan cumpliendo las diferentes fases del proyecto.

æpermil;sta es la segunda vez que Mango realiza una iniciativa semejante. La primera fue justo un año antes, en noviembre de 2002, bajo la denominación de Naviera Es Norai. Esta AIE, creada para la adquisición del buque para transporte de pasajeros y mercancías 'con número de casco 1617 a construir por Hijos de J. Barreras', cuenta con un capital social de 1.872.500 euros.

Las AIE están constituidas en un 95% por Funto Fa y en un 5% por su matriz Mango MNG Holding

En ambos casos, las agrupaciones de interés económico están constituidas en un 95% por Punto Fa y en un 5% por Mango MNG Holding.

Punto Fa es la compañía que agrupa a las tiendas de la cadena y tiene un carácter comercial, mientras que Mango MNG Holding es la matriz de todo el grupo textil, una sociedad que actúa como cartera de valores y que es la tenedora de las acciones de las diversas empresas, explica el director general del grupo, Enric Casi.

Según Casi, en ambos casos se trata de una 'inversión financiera' en la que la AIE firma un acuerdo de arrendamiento financiero con un armador para aportar los recursos que permitan la construcción de un buque. El mecanismo contempla una opción de compra por parte del constructor.

Esta modalidad, impulsada desde la UE, está dirigida a aquellos sectores que necesitan recursos económicos. En el caso de las empresas (tanto con Mango como Inditex, Ferrovial o el SCH) se trata de inversiones financieras que les permiten obtener una serie de beneficios fiscales.

El incentivo fiscal consiste en la posibilidad de amortizar anticipadamente el barco. La AIE adelanta la financiación necesaria siempre que, además del cumplimiento de otros requisitos, se traslade al menos el 75% de la ventaja fiscal obtenida a la entidad naviera que acabará quedándose el buque. Los incentivos fiscales en la construcción naval se encuentran en el ámbito del Impuesto de Sociedades.

Casi 100 aperturas en el extranjero

Junto a la gallega Inditex, la cadena catalana Mango se ha convertido en el máximo exponente internacional de la moda española. El año pasado año, Mango superó su número de aperturas anuales previstas con 104 inauguraciones, de las cuales siete fueron nacionales y 97 internacionales. La previsión para este ejercicio, así como para 2005, es mantener ese ritmo de aperturas con un centenar de nuevas tiendas anuales, la mayor parte de las cuales se realizarán en el extranjero.En la actualidad, la cadena española cuenta con 758 puntos de venta en 73 países. Durante el primer semestre del 2004, Mango abrió nuevos mercados en países como Estonia, Azerbaiyán, Vietnam y, recientemente, en Macao. El grupo, que factura alrededor de los 1.000 millones de euros, ha iniciado también negociaciones para abrir sus primeras tiendas en Estados Unidos en 2005, según adelantó Cinco Días el pasado 22 de noviembre.La intención es contar con socios locales y abrir tanto establecimientos propios como franquiciados. Los responsables de expansión prevén inaugurar la primera tienda en agosto.

Un astillero que salió de la órbita pública

Con casi 77 años de experiencia, la compañía viguesa Hijos de J. Barreras (se constituyó en enero de 1928), es uno de los pocos astilleros privados que gozan de relativa buena salud, ya que cuenta con una cartera de pedidos que le permite asegurarse el futuro a medio plazo. La compañía, con una plantilla de unos 330 trabajadores y unas ventas en torno a los 200 millones de euros, ha pasado por varias etapas, incluida la de empresa pública. Primero estuvo integrada en el Instituto Nacional de Industria, luego en Teneo y más tarde en la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales. Un grupo de directivos se hicieron cargo de la compañía cuando el Estado decidió privatizarla hace más de seis años. Parte de estos directivos figuran también en el accionariado de Construcciones Navales del Odiel.Hace unos meses, el astillero ubicado en la Ría de Vigo recibió el encargo de fabricar dos portacontenedores para Trastlántica por un importe global de 60 millones de euros. Los buques serán entregados a lo largo de 2006.Los accionistas de Hijos de J. Barreras, gestores en la época en la que la compañía pertenecía a la SEPI, fueron también tanteados hace año y medio para que se hicieran cargo de la compañía vasca de bienes de equipo Babcock, filial del grupo alemán Borsig.Aunque el armador se ha resentido del impacto de los astilleros del Este, el aumento de pedidos de los últimos meses ha impulsado el negocio de la empresa.

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