El Parlamento europeo vota a favor del ingreso de Turquía
Con 407 votos a favor y 262 en contra, el Parlamento Europeo dio ayer una simbólica bienvenida a la apertura de negociaciones con Turquía para su ingreso en la UE. La susceptibilidad que provoca la adhesión del gran país musulmán quedó patente cuando una minoría de eurodiputados conservadores consiguió que la votación fuera secreta y no nominal, o a mano alzada, como es la práctica habitual en el Parlamento.
Aunque el informe parlamentario sobre Turquía no tiene en realidad carácter vinculante y sólo supone de momento una mera toma de posición de la institución ante el Consejo Europeo que se inicia hoy en Bruselas, los eurodiputados del Partido Popular Europeo prefirieron no 'retratarse' ante su electorado.
Posturas divididas
El voto secreto impidió que el grupo mayoritario de la Eurocámara (268 escaños) mostrará su lacerante división ante la apertura de negociaciones con Ankara. Las facciones alemana y francesa, entre otras, se oponen, mientras que la española y la británica secundan el ingreso de Turquía en la UE.
El informe, aprobado con el previsible voto de socialistas, liberales y Verdes, pide al Consejo que inicie las negociaciones 'sin dilación', plazo que, a juicio del ponente parlamentario, no debería superar el mes de noviembre de 2005.
La fecha para el arranque sigue siendo uno de los pocos puntos que aún no ha cerrado la presidencia del Consejo. Francia, país que prevé celebrar en la primavera un referéndum sobre la Constitución europea, exige claramente que no se entablen negociaciones hasta finales del año 2005. Se trata de un deseo que París verá probablemente satisfecho a cambio de renunciar a que se mencione expresamente la posibilidad de que Turquía acabe siendo un socio sui generis o de segunda clase.
La declaración del Consejo, sin embargo, dejará patente que el éxito de las negociaciones no está garantizado y que pueden detenerse en cualquier momento. La adhesión, además, podrá supeditarse a largos períodos de adaptación e, incluso, a la exclusión permanente de Turquía de ciertos privilegios comunitarios.