El Gobierno llama al orden a las empresas del gas

En la reunión a alto nivel celebrada ayer entre Industria y las comercializadoras de gas natural, Iberdrola decidió aplazar el paso de dos ciclos combinado del mercado libre al regulado, lo que convertiría a Enagás en su proveedor. La eléctrica había recibido fuertes críticas por esta decisión, que agravaría la escasez de gas que vive el país.

Ignacio Sánchez Galán, consejero delegado de Iberdrola, se mostró ayer dispuesto ante el secretario general de la Energía, Antonio Fernández Segura, a aplazar la petición que realizó el pasado 17 de noviembre a Enagás para pasar dos de sus centrales de ciclo combinado de la tarifa libre a la regulada, que tendría efecto a partir del 20 de diciembre.

Esta decisión agravaría seriamente la situación de escasez de gas que ha llevado a Enagas a cortar el suministro de siete centrales eléctricas, ya que ésta compañía (responsable de suministrar al mercado regulado) debería hacer frente a las necesidades de las dos centrales de Iberdrola (Castejón y Santurce), con 800 MW de potencia y un consumo de mil millones de metros cúbicos de gas al año.

La reunión que mantuvieron ayer los máximos responsables del sector se polarizó entre el presidente de Enagás, Antonio González Adalid, y Sánchez Galán, que se cruzaron acusaciones. El primero reprochó al segundo el haber difundido que Iberdrola ofreció un barco de gas al gestor pero ocultando que la carga no llegaría hasta finales de diciembre.

En el encuentro de ayer, al que acudieron altos cargos de Enagás, REE, Gas Natural, la patronal Sedigás, las eléctricas y otras comercializadoras menores, hasta un total de 15, todos reconocieron que la actual regulación tiene carencias. En este sentido, Industria, que permanecerá 'vigilante', se ha comprometido a elaborar unas normas de gestión del sistema, que regule la relación entre Enagás y las comercializadoras, siguiendo como pauta un informe elaborado por la Comisión Nacional de la Energía.

En Industria reconocen 'el gesto de buena voluntad de Iberdrola', incluso antes de la 'llamada al orden' que hizo el secretario de la Energía. La eléctrica ha retrasado su decisión sobre los citados ciclos combinados 'tanto tiempo como sea necesario, hasta que se solucione el problema de la escasez de gas', señaló ayer un portavoz, quien añadió que Iberdrola 'aporta al sistema más gas del que consume', en respuesta a quienes comentan que ésta compañía eléctrica es la que mayor desbalance registra en su aportación al sistema.

Pese a su disposición a contribuir con el buen funcionamiento del mercado, en Iberdrola quieren hacer destacar que existe 'un problema estructural y, debido a que no te pagan lo que vale el gas, las empresas se ven obligadas a pasarse al regulado'. Además, añaden, 'no se han hecho inversiones en tanques; el gas subterráneo no se puede llenar al ritmo adecuado y este año no hay ningún barco de seguridad fondeado'.

La eléctrica también critica 'la falta de previsión'. Así, en la estructura de aprovisionamiento que establece la tarifa de este año 'estaba previsto traer desde Trinida y Tobago casi un 5% del gas natural licuado, y no ha llegado ningún barco'.

El Gobierno teme, por otro lado, que otras comercializadoras, como Endesa o Fenosa, se sumen a la práctica de pasar sus centrales a la tarifa, pues todas tienen gas que pueden vender a mejor precio en otros mercados.

En estos momentos, coexisten dos tarifas (la libre y la regulada) y cada una tiene una modalidad fija o firme y otra interrumpible. La tarifa libre firme oscila, según el número de horas, entre 1,45 y 1,64 euros kW/hora y la interrumpible (a la que están acogidas las citadas centrales de Iberdrola) tiene este mismo precio, pero en ella la la empresa está exenta de mantener las reservas operativas legales. Por su parte, la tarifa regulada fija cuesta entre 1,58 y 1,77 euros, mientras que la regulada interrumpible (a la que pasarían las dos centrales) es de 1,49 euros. æpermil;sta tiene la ventaja de ser cerrada y no depende de las horas de funcionamiento.