La pesadilla tecnológica
No son pocos los inversores que se vieron inmersos en el estallido de la llamada burbuja tecnológica y son bastantes todavía los que se encuentran de alguna manera atrapados en esa tesitura de o mantener la inversión en acciones o fondos de esta clase, o por el contrario, realizar las inmensas pérdidas acumuladas e invertir el poco dinero remanente en otras opciones con la esperanza de recuperar parte de ese dinero perdido. Esta posición, además de incómoda, no es de fácil resolución pues de igual forma que la caída en bolsa de este tipo de inversión ha sido vertiginosa también cabe la posibilidad de que finalmente se termine produciendo un rebote considerable y prolongado que el inversor no se querría perder.
Conviene recordar el calibre de estas pérdidas. Si tomamos en cuenta la rentabilidad de uno de los principales índices de referencia de compañías pertenecientes a este sector, el MSCI World Telecommunications Services, nos encontramos que la pérdida acumulada en los últimos cinco años, esto es desde noviembre de 1999 justo un poco antes del inicio de la caída, es de un 50,52%. La comparación con otros índices sectoriales es en ocasiones devastadora, ya que por ejemplo los retornos de índices como el de energía, construcción o alimentación se mueven en todos los casos entre el 30% y 50%. El cuadro central también nos muestra una comparación entre índices Lipper sectoriales a un plazo más corto como es lo transcurrido de 2004 y vemos como el ansiado rebote o recuperación del sector tecnológico aún no se ha producido. La ilustración más reveladora de los excesos y posterior purga de los valores tecnológicos viene dada por el índice de mercado de referencia más representativo, el Nasdaq Composite. Este índice, formado por más de 3000 empresas de carácter tecnológico tanto domésticas estadounidenses como internacionales, pasó de cotizar por debajo de los 1.000 puntos a mediados del año 1995 hasta los 4.700 en febrero del año 2000. Esto es una revalorización superior al 470% en un plazo inferior a cinco años que lógicamente no podía estar sustentada en sólidos fundamentales sino en un típico proceso especulativo de carácter irracional que muchos han asociado después al vivido en el siglo XVI en los Países Bajos con los tulipanes. Es abundante la bibliografía que describe aquella fiebre especulativa por este popular bulbo y que llevó a muchos holandeses de la época a la quiebra. Los precios de los tulipanes, como los de algunas empresas de internet, alcanzaron precios ridículos que no reflejaban el hecho de que, al fin y al cabo, se trataban de simples bulbos o flores en el primer caso o de empresas sin beneficios y con expectativas irracionales en el segundo. La posterior purga de los valores TMT (Tecnología, Medios y Telecomunicaciones) se observa en la caída del índice Nasdaq desde esos 4.700 puntos a comienzos del año 2000 hasta los menos de 1.200 a los que se llegó en septiembre de 2002. Esto supone un verdadero desplome en poco más de dos años y medio con una pérdida de valor de alrededor del 75%. Desafortunadamente, no fueron pocos los inversores que compraron en los años 1999 y 2000. Desde entonces la revalorización ha sido de alrededor de un nada despreciable 80%, aunque claramente insuficiente para recuperar el valor de una inversión que se hubiera realizado cerca de los máximos de principios del año 2000.
Los resultados empresariales publicados en los últimos meses, en especial dentro del subsector de las telecomunicaciones, han resultado ser sólidos y las expectativas de incrementos de beneficios para los próximos dos años para algunas de las compañías más importantes se sitúa en rangos del 20-30%. No está claro si esto será suficiente para ver las cotizaciones de estas acciones experimentar una escalada de precios más prolongada y superior a la media pero dentro de las opciones de alto riesgo quizás no sea una de las peores opciones. Dentro de la categoría Lipper Renta Variable Sector Telecomunicaciones destacamos el fondo ING Invest European Telecom. Cap P, que como su nombre indica concentra sus inversiones en Europa y que Lipper puntúa como líder tanto a tres como a cinco años en su sistema de calificación de fondos. Dentro de los fondos que invierten en el peor parado sector de tecnología destacamos un fondo de la gestora española Gesbankinter, BK Fondo Internet, cuya política de inversión es de ámbito regional global y empresas en el sub-sector de internet y tecnologías de la información. En su cartera destacan grandes valores norteamericanos como Yahoo, Microsoft, Adobe o Cisco.
Análisis La gran disparidad del sector
Este sector agrupa a empresas realizando actividades muy distintas y cuyo comportamiento en los mercados financieros puede diferir. Incluso dentro de cada uno de estos tres sectores hay subsectores con empresas con actividades diferentes.El sistema de clasificación global de Lipper distingue entre los tres arriba indicados y revela que sus rentabilidades varían significativamente.Mientras que los fondos de inversión de los sectores medios y tecnología se dejan alrededor de un 5% en doce meses los del telecomunicaciones ganan más de un 6%.