'Hay que ser flexible cuando se cometen errores'

Es sofisticada. Dirige la firma de joyas de lujo Carrera y Carrera, empresa en la que no lo tuvo nada fácil: tuvo que convencer a los clientes de que era la persona idónea. Acaba de recibir el premio a la ejecutiva del año.

Tiene una apariencia relajada y amable. Luce y muestra con estilo, y sin disimular el orgullo, las joyas, a las que califica de 'obras de arte' de Carrera y Carrera. No en vano María Eugenia Girón, de 39 años, ingeniera industrial, casada y madre de dos hijos, es la consejera delegada de la compañía. La entrevista discurre instantes después de haber recibido el premio a la mujer directiva del año, concedido por la Federación Española de Mujeres Directivas, Ejecutivas, Profesionales y Empresarias (Fedepe). A pesar de la emoción del momento, no descuida ni un detalle e indica algunas sugerencias antes de realizar las fotografías.

Pregunta Acaba de ser destacada como mujer ejecutiva del año, ¿qué reconoce este tipo de premios?

Respuesta En mi caso, creo que es una forma de reconocimiento a una tarea bien hecha desde el punto de vista de la gestión empresarial y de los valores éticos. Los premios son una forma de motivación, suponen un empujón estupendo para una carrera profesional. Y éste es especial porque está concedido por mujeres. Y los puestos de máxima responsabilidad en empresas de cierto tamaño siguen siendo una parcela que llenan los hombres. En el comité de dirección de Carrera y Carrera hay cinco mujeres y creo que eso es una apuesta por el talento.

'La competencia es difícil y la innovación es fuente del éxito constante. Hay que saber renovarse'

P ¿Entonces, considera que las mujeres trabajan de manera distinta a los hombres?

R No, lo importante es la capacidad integradora. El talento depende de la capacidad de trabajo, no del género. La mujer empieza a incorporarse a puestos directivos, en principio, en compañías donde el consumidor y el cliente son mujeres. Sin embargo, para poder triunfar es necesario tener una amplitud de miras. Yo empecé trabajando en un banco internacional, después estuve en el Museo Guggenheim también tenía responsabilidad internacional. Es imprescindible tener esa visión porque los mercados son cada vez más globales. Es difícil tener éxito empresarial sin integrar el concepto internacionalizar. El consumo, los distribuidores, los proveedores son internacionales. No se puede hacer una compañía duradera sin mirar más allá de nuestras fronteras. En una compañía como Carrera y Carrera tenemos visión a largo plazo, eso es necesario sobre todo en una marca como la nuestra porque un objeto de lujo es algo permanente, intemporal y duradero. Para ello hay que tener una ambición intemporal y eso exige innovación constante.

P ¿Hay que estar en permanente alerta?

R La competencia es difícil y la innovación es fuente del éxito constante. Hay que ser fiel a uno mismo y saber renovarse.

P ¿Es necesario tener cierta sensibilidad para trabajar en una empresa dedicada al lujo?

R Hay que tener un componente de sensibilidad hacia la estética. En mi caso, tenía formación técnica y en dirección de empresas en una escuela de negocios, pero además si se une al interés personal por la estética y el arte hace que tenga un perfil adecuado. Es importante tener un componente creativo acusado en una organización donde la creatividad es la base. Es necesario una exigencia de innovación constante.

P Los expertos justifican la escasa presencia de mujeres en puestos de alta dirección a que, en muchos casos, anteponen la vida personal a la profesional, ¿cómo compagina ambas facetas?

R No tengo ninguna receta especial. Creo que la conciliación entre vida laboral y personal es un tema a resolver por la sociedad, por la pareja y por la familia. Es un problema que atañe a la familia y exige saber organizarse de un cierto modo pero, sobre todo, requiere de mucha generosidad. Yo intento desayunar con mis hijos y procuro regresar pronto a casa para pasar tiempo con mi familia.

P ¿Cómo se ve como directiva?

R Intento combinar la exigencia con la faceta de ser mentor y de formar. Me gustar servir de ejemplo y motivar a los que trabajan conmigo. Doy valor al rigor, pero también hay que ser flexible cuando se cometen errores. Procuro transmitir la pasión por lo que uno hace, a mí me apasiona mi trabajo, y la tenacidad para conseguir objetivos. Soy una persona muy exigente porque estoy en una empresa de prestigio y hay que cuidar, mantener y mejorar siempre ese nivel. En una organización que se dedica al lujo como ésta los detalles son los que marcan la diferencia.

'Al principio, había sobre mi persona un gran escepticismo'

A pesar de su apariencia glamurosa, María Eugenia Girón parece una mujer todo terreno. De hecho asegura que en su carrera profesional 'ha procurado ir llenando los huecos que encontraba, ir llenando el vacío dando respuestas, aunque no hubiera preguntas, y tomando la iniciativa'. Una vez conseguido esto, asegura, le asignaban la responsabilidad. Primero se lo ganaba.Respecto a la incorporación de la mujer al mundo laboral, y a pesar de las dificultades para equilibrar el trabajo y la vida personal, no tiene dudas de que 'es un hecho, un camino sin retorno'. Y reconoce que sacar adelante un proyecto empresarial es 'muy difícil y sacrificado y hay que dedicarle muchas horas'.Sus comienzos en Carrera y Carrera, compañía a la que llegó en 1999, no fueron fáciles. Tenía claro su objetivo empresarial: conseguir que inversores particulares, empresas y sociedades de capital riesgo potenciaran, con la ayuda de una gestión profesionalizada e internacional, la centenaria firma de orfebrería. Ha encabezado el despegue de la compañía, presente en estos momentos en 26 países sin dejar de generar ambiciosos proyectos, siendo sus principales mercados Japón, Estados Unidos y Rusia.Le avalaba su trayectoria en The First National Bank of Chicago como analista financiero, su paso por el Museo Guggenheim de Nueva York y su cargo durante siete años en el área de planificación estratégica y de marketing de Loewe. Sin embargo, al comienzo en Carrera y Carrera 'había sobre mi persona un gran escepticismo entre los clientes'. No se arredró. 'Viajé muchísimo para conocer a cada uno de ellos, así como a los proveedores'. Si hay algo que entusiasma a Girón es mostrar la fábrica donde Carrera y Carrera elabora de manera artesanal las joyas. Y allí llevó a sus hijos un día que no tenían colegio. 'Se divirtieron tanto que, al final, me comentaron que ahora entendían por qué estaba tantas horas en la empresa, porque me lo paso fenomenal.Es consciente del esfuerzo, y no lo olvida, que le ha supuesto llegar al punto profesional tan dulce y reconocido en el que se encuentra. 'No hay camino sin disciplina'. Con esta máxima pretende seguir su andadura.