Internet multiplica el comercio de falsificaciones
Rolex de 75 a 275 dólares, Cartier a 297 dólares, Frank Muller a 215 dólares... Estos son algunos de los múltiples reclamos que reciben a diario los internautas de todo el mundo a través de su correo electrónico. Por supuesto no se trata de los relojes auténticos que cuestan de diez a veinte veces más, sino de falsificaciones de las marcas más prestigiosas. Los relojeros suizos ya han dado la voz de alarma ante la proliferación de ofertas de artículos falsos que circulan por internet, coincidiendo con las navidades, época en la que se disparan las ventas.
La Federación Relojera Suiza calcula que en unos 680 millones de dólares las pérdidas del sector a causa de las falsificaciones. 'Antes era necesario viajar hasta países como Tailandia o Turquía para comprarse una falsificación, mientras que ahora se pueden adquirir confortablemente desde el sillón de casa con un clic de ratón', asegura a EFE Laurent Paichot, responsable jurídico de la federación, que está convencido de que el tráfico ilegal que se produce en la red va a tener una influencia negativa en sus ventas.
Los relojes de lujo son una de las víctimas principales, mientras que otros productos de moda como bolsos y complementos parecen menos afectados por el spam o correos de publicidad engañosa, aunque es fácil encontrar quejas dentro de las web de subastas de personas que al recibir su pedido se encontraron con que era falso. En la Asociación Nacional de Defensa de la Marca, Andema, se han hecho eco de este fenómeno aunque no disponen de datos para cuantificarlo. 'Internet es un pozo sin fondo de acciones ilícitas', dice Soledad Rodríguez, secretaria general de la asociación. 'Todas las marcas conocidas se preocupan por este fenómeno', añade Rodríguez que cree que es un delito menos perseguido pues no despierta la misma alarma social que la pornografía infantil u otros prácticas ilegales habituales en la Red.
La política de las marcas de lujo es no pronunciarse públicamente ante este problema, que les causa gravísimos perjuicios económicos, para no dar más publicidad a este negocio ilegal. Su estrategia pasa por invertir grandes cantidades para luchar contra los piratas, un dinero que la mayoría de las veces no sirve para resarcirse del daño, ni compensado por las penas y multas con las que se castigan estos delitos.
Ebay, la principal casa de subasta de la web, vive en sus carnes los problemas de las falsificaciones. Pese a que prohibe explícitamente la venta de cualquier artículo pirata, en ocasiones se ha encontrado con estafadores que ofrecen en sus páginas productos supuestamente auténticos, que resultan no serlo. 'No puedes creer que algo es verdadero cuando pagas 20 euros cuando vale más de 100', dice un usuario en el foro de Ebay España asegurando que existen indicios de estafa por parte de algunos vendedores.
La compañía lucha con todas sus fuerzas contra estas prácticas, tiene herramientas para detectar anuncios sospechosos y ante la menor duda retiran la oferta, 'aunque es difícil revisar uno por uno los 70.000 productos que hay en eBay España', aseguran fuentes internas. La casa de subastas ha puesto en marcha el programa Vero para que las marcas denuncien cualquier irregularidad en este sentido. Microsoft o el Real Madrid forman parte de este programa.