La vía de los opositores al nacionalismo vasco

El infeccioso problema vasco es parte de una lucha más amplia que amenaza la integridad territorial de España. Muchos políticos españoles temen que el movimiento separatista vasco y un movimiento independentista pacífico en Cataluña (...) acaben dividiendo el país, privando a la UE ampliada de un motor de crecimiento y creando volátiles miniestados en su extremo sur. La lucha de España contra el separatismo radical vasco también muestra la dificultad de acabar con el extremismo una vez que se ha apoderado de una parte de la sociedad. Se trata de un problema que pronto encarará Europa con su creciente población musulmana si el islamismo radical continúa infiltrándose (...).

Madrid ya ha cedido una amplia gama de competencias administrativas a la región vasca, como el control sobre los impuestos, la educación, la policía, la sanidad y otros servicios. Pero el plan Ibarretxe quiere ir más lejos, dando a la región la 'cosoberanía' y abriendo el camino para un referéndum en 2005 sobre la posible separación de España (...). Entre el 30% y el 35% de los vascos están a favor de la independencia, según sondeos independientes (...).