Rubens vuelve a dar lecciones de pintura en el Prado
Todavía hay nueva formas para apreciar el genio artístico de Rubens. El Museo del Prado, cuando finaliza el año dedicado a este artista de Flandes, presenta una exposición en la que ha reunido La adoración de los Magos, otros nueve óleos y un grabado que documentan la forma de crear y la evolución del maestro. La exposición, patrocinada por la empresa Hermès, busca otra forma de llegar a Rubens a través del hilo conductor del cuadro citado, una de sus grandes obras maestras.
La adoración de los Magos fue pintado en 1609 para el Ayuntamiento de Amberes, pero después el cuadro fue trasladado a Madrid. Cuando el pintor visitó España en 1628-1629 se reencontró con esta obra y decidió modificar numerosos detalles de la composición original. Ahora esta exposición muestra la forma en que el pintor diseñó la composición y las transformaciones que introdujo veinte años más tarde, así como otras facetas de su creación. Se incluye un grabado de un Autorretrato en el que Rubens se representó con la edad que tenía cuando repintó la Adoración, una imagen radiográfica y otras cinco pinturas del artista propiedad del museo (Santo Tomás, San Pablo, Filopómenes descubierto e Inmaculada Concepción) junto con otra de Paul Brill, repintada por Rubens.