Bancos y cajas acaparan el 92% de la distribución de fondos en España
Las entidades financieras mandan en la industria de la inversión colectiva. Los bancos y las cajas de ahorros copan el 92% de la distribución de fondos de inversión en España, según los datos de Fefsi, la federación europea de asociaciones de instituciones de inversión colectiva.
La concentración de la distribución de fondos española es una de las más elevadas de Europa, tan sólo superada por Portugal (97%), Luxemburgo (95%) y Bélgica (95%).
Frente a ese 92% de las entidades financieras hay otro 7% que no se distribuye a través de las redes de bancos y cajas. Un 3% corresponde a las aseguradoras, mientras que el 5% restante es un 'cajón de sastre', según señalan en Inverco, donde cabe el resto de distribuidores, como intermediarios bursátiles o supermercados financieros.
Esta tendencia es similar en toda la Europa continental, donde una amplia mayoría de los países distribuyen más las tres cuartas partes de su fondos a través de los bancos y cajas. La amplia bancarización de Europa, donde priman las redes de oficinas de los bancos frente a otros modelos, explica esta tendencia, muy arraigada también en España.
En Alemania, uno de los mayores mercados de fondos de la Europa continental, el 74% se distribuye a través de entidades financieras. Sólo el 6% llega al pequeño inversora través de aseguradoras. El 5% constituye venta directa de la gestora al inversor y un 14% lo distribuyen los agentes independientes, conocidos como IFAs (en inglés, independent financial advisers).
Esta figura no existe en España, aunque la nueva Ley de Instituciones de Inversión Colectiva sí contempla la figura del agente o apoderado de las gestoras de fondos como distribuidor de las instituciones que gestiona la entidad.
El agente independiente tiene mucho más arraigo en los países de cultura anglosajona, como Reino Unido o Irlanda. En el Reino Unido el 37% de la distribución lo realizan los IFA y el 17% los apoderados de las gestoras. En cambio, tan sólo el 26% de los fondos se venden a través de entidades financieras. En Irlanda se distribuye el 20% a través de IFAs, intermediarios bursátiles y apoderados.