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Secretos de despacho

Diseño y espacios libres en Logitech

El despacho de David Talvy encaja perfectamente con las características de los espacios en los que le gusta trabajar. 'Necesito que haya mucho sitio libre, no soporto lo recargado'. Y desde luego ha conseguido mantener estas premisas en su recién estrenada oficina de la calle Entenza, de Barcelona. 'Todavía faltan dos maceteros metálicos', matiza. La ornamentación se limita a las dos plantas (ejemplares raros comprados en Mercabarna a primerísima hora de la mañana) y ocho cuadros en la pared frontal, los premios que han ido recibiendo los productos informáticos fabricados por Logitech. En cuanto al resto del mobiliario, todo es necesario: la mesa de trabajo, el ordenador, el sofá y una mesa redonda auxiliar con cuatro sillas.

Pero que sea necesario no debe llevar a suponer que se trata de un diseño poco pensado; de hecho, Talvy encargó la decoración a una empresa que ha sido también la responsable del equipamiento del despacho que tiene en Madrid. En el de Barcelona ha impuesto el juego de colores claros con detalles metálicos en un ambiente minimalista y mucha luz, la propia de un gran ventanal en una séptima planta, donde no llega el ruido del tráfico de la avenida Diagonal, a la derecha en el ventanal.

El despacho del director general de Logitech para el sur de Europa (España, Portugal e Italia) es todavía un espacio poco usado, porque Talvy pasa el 70% de su tiempo fuera de Barcelona. Viaja con mucha frecuencia a Milán, sede de Logitech en Italia; a Suiza, donde nació la compañía en 1981 y sede de la matriz; a Madrid y a Lisboa. Y en Milán también está de estreno. 'Tenemos una oficina nueva, de 300 metros. Todavía no he visto mi despacho', cuenta. El que tenía en las oficinas anteriores 'era viejo y de estilo recargado', y ha pedido que el nuevo sea 'moderno, minimalista y en cuanto a materiales, con cristales al ácido y superficies metálicas'. Talvy lamenta que no se pueda poner parqué, el tipo de suelo que preferiría instalar, 'habría que levantar el mármol y es muy complicado'.

Talvy pasa el 70% de su tiempo fuera de Barcelona; viaja con frecuencia a Milán, Suiza, Madrid y Lisboa

Talvy es responsable de Logitech en España y Portugal desde 1992, cuando la multinacional suiza decidió entrar en la península Ibérica. Desde hace dos años es también director general de la compañía en Italia. 'Les gustó el modelo de distribución comercial que implanté en España y Portugal y me encargaron también que lo reprodujera en Italia', explica. El modelo al que se refiere consiste en escoger como socios a los distribuidores locales que tienen más penetración en la zona y no únicamente a los más importantes de cada país.

El directivo de Logitech tiene a su cargo una plantilla de 35 personas en los tres países, pero pocas veces utiliza el despacho para reunirse con personal de su compañía, 'prefiero hacerlo en las salas de reuniones', explica, 'supongo que lo utilizaré sobre todo cuando vengan directivos internacionales'.

Hay despachos cargados de objetos personales, pero en el de Talvy se puede deducir muy poco de su vida y personalidad a través de los que se ve. 'No me gusta tener cosas personales en los despachos'. æscaron;nicamente dos objetos rompen la regla: una calculadora con forma de Mickey Mouse y una caja de madera con una fotografía en la parte superior que recuerda el décimo aniversario de la compañía en España, celebrado en el año 2002. Todo lo demás es material de oficina y productos informáticos con el sello Logitech. Aunque la oficina no está equipada con esa tecnología, el directivo es un loco de la domótica. Explica que su casa es una de las primeras viviendas domóticas que se construyeron en España, hace siete años, y que puede controlarlo todo a través del teléfono móvil.

A pesar de lo que se pueda deducir de su apellido, Talvy no es inglés, nació en 1958 en Barcelona, de padre rumano pero que lleva 50 años en España. En cuanto a la procedencia de su apellido, cree que es originario de Talavera de la Reina y en algún momento del viaje a Rumania, quedó en Talvy.

La calculadora de la buena suerte

La calculadora en forma de Mickey Mouse es la excepción en un despacho donde la mayoría del material de oficina lleva el logotipo de Logitech. Al lado de un ratón y un teclado numérico diseñado para acoplar a un portátil, llama la atención el artilugio que trajo hace algunos años de Disney World, en Orlando, una calculadora negra de grandes teclas con forma de Mickey Mouse.'La he conservado porque me da suerte, con ella siempre me han salido los números', explica riéndose. El otro toque personal del despacho del directivo de Logitech es una caja de madera que hicieron con motivo del décimo aniversario de la firma en España. En la parte superior aparece la única fotografía que se puede ver en su despacho.'Hicimos una gran fiesta y como recuerdo regalamos esta caja de madera con la fotografía de la cena de aquella noche, que fue una de las primeras que se hizo en la entonces recién inaugurada Torre de Alta Mar', cuenta. 'Para mí fue un momento muy especial, lo viví como algo personal'.

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