El salario a la carta debe revisarse cada año

La retribución flexible, también llamada salario a la carta o, bajo la más divertida denominación americana, cafeteria plans (planes de cafetería) va poco a poco formando parte de la cultura empresarial en España. Una clave para su éxito, sobre todo fiscal, es que cada año se revise el sistema adoptado.

'El cafeteria plan debe ser un sistema anual y no consolidable' explicó ayer Juan Manuel Moral, abogado de Cuatrecasas, durante un seminario patrocinado por Buen Menú y Bancoval. Se trata, explicó Moral, de que Hacienda no entienda que está ante 'un pago por sustitución porque entonces no habría beneficios fiscales'. Por ello, cada año, la empresa debe ver qué empleados entran en el plan, quienes salen y qué debe eliminarse y qué incluir. El objetivo esencial es que con el mismo coste en salarios para la empresa, el empleado disponga de más renta gracias a ahorrar impuestos.

Seguros de salud, guarderías, formación, entrega de ordenadores o la tarjeta Buen Menú que ha venido a sustituir a los tradicionales vales de comida son algunos de los conceptos que forman parte del salario a la carta y que no tributan en el IRPF. Ahora bien, como así afirmó Moral, en el planteamiento inicial para diseñar el salario a la carta 'hay que trazar una gruesa línea para separar el sistema universal del de directivos'. Así, propuso los seguros de ahorro y previsión social como 'plato selecto para rentas altas', que puede combinarse con planes de pensiones.