El Parque Warner requiere a los accionistas 10 millones para iniciar una nueva etapa
Tras romper con la gestora americana Six Flags, el Parque Warner de Madrid inicia una nueva etapa en la que pretende adaptar el centro a los gustos y necesidades del público español. Para ello, requerirá a sus accionistas en las próximas semanas una aportación de fondos de entre 10 y 12 millones de euros, según explicó ayer el presidente del consejo de administración, Jesús Sainz.
'Esto nos permitirá empezar con holgura la nueva etapa y acometer aquellas inversiones que son necesarias para que el parque sea un proyecto viable', comentó Sainz. Aún no está definido cómo se realizará esa aportación, si a través de una ampliación de capital o por medio de financiación, pero en todo caso será proporcional al porcentaje de cada accionista. Los fondos propios de la empresa, cuyo accionista mayoritario es la Comunidad de Madrid a través de Arpegio (43,6%), ascienden a unos 100 millones.
A partir de ahora comienza una fase de transición en la que se analizarán y revisarán todos los aspectos del parque, desde la política tarifaria, a los horarios, espectáculos, atracciones y operaciones. 'Queremos que la próxima temporada el visitante encuentre un parque completamente renovado y que salga satisfecho', comentó el presidente en rueda de prensa.
El primer paso ha sido asumir la gestión propia con un nuevo equipo directivo que se reforzará en los próximos meses con la incorporación de profesionales que sustituirán a los directores generales, de operaciones y de marketing que han salido al cancelarse el contrato con Six Flags. Además, se ha contratado a un grupo de consultores para que durante tres meses 'den la vuelta al parque'. 'Tenemos un gran parque, uno de los mejores de Europa; ha habido deficiencias en la gestión y la operación, no se ha sabido vender y ha fallado el marketing y la comunicación. Todo eso hay que cambiarlo', añadió Jesús Sainz. En este sentido, uno de los aspectos que se quiere abordar es 'atender al elemento familiar con tarifas especiales y con atracciones adecuadas a toda la familia', matizó. También se abrirá una línea de comercialización con las agencias de viaje y touroperadores.
El éxito de un parque temático depende de la dimensión, el diseño y el acierto de la operación, es decir, la adecuación de la oferta a los hábitos y gustos de los visitantes. En el caso del parque madrileño, al igual que ha ocurrido con otros europeos, el fracaso se ha debido a que las empresas gestoras (casi todas estadounidenses) han aplicado a los parques europeos el mismo modelo que a los americanos, explicó Sainz.