La apuesta de Alba por el móvil africano
Mohamed Ibrahim, presidente de Celtel International y responsable en gran medida de lo que es hoy la operadora de móviles, recuerda cómo un ejecutivo estadounidense rechazó su propuesta de invertir en telefonía africana. 'No puedo entrar en Uganda por Idi Amim' argumentó el directivo para justificar su negativa. Amim, el dictador acusado de ordenar la muerte de más de 300.000 personas, se había exiliado del país 16 años antes. 'La gente ignora y teme África', concluye Ibrahim.
Una mala decisión, a juzgar por los números que ha logrado Celtel, la empresa de móviles de origen holandés con presencia en 13 países africanos y entre cuyos accionistas se encuentra la española Corporación Financiera Alba. La operadora ha logrado cuatro millones de clientes desde Chad hasta Zambia y el año pasado registró un beneficio neto de 73,9 millones de dólares (57 millones de euros), sus primeros números negros en términos anuales.
Corporación Financiera Alba, que controlaba un 3,1% a 30 de septiembre, señaló su intención de invertir otros dos millones de dólares en el negocio africano. 'Es de destacar la buena evolución de resultados en la primera mitad del ejercicio presentada por Celtel', indicaba Alba en sus cuentas trimestrales. La operadora africana elevó sus ingresos en el primer semestre un 47%, a 297 millones de dólares. Además de Alba, entre sus accionistas se encuentra la familia del presidente del grupo, que controla un 22% de las acciones, apoyada por fondos de capital riesgo como el londinense Actis Capital y Capital Group, radicado en Los Ángeles.
La operadora, presente en 13 países de África, ganó 57 millones en 2003
Ahora, Celtel quiere dar un paso más y prepara su salida a Bolsa para el primer semestre del año que viene. La operadora, que tiene su sede en Amsterdam, contrató en octubre los servicios de Citigroup y Goldman Sachs para coordinar la oferta de acciones en la Bolsa de Londres, aunque todavía no se sabe el porcentaje que saldrá al mercado. Para cotizar en el mercado londinense, será necesario que ponga en circulación al menos el 25% del capital. Ibrahim no quiere hacer estimaciones sobre cuánto dinero planea ingresar con la emisión. Según los analistas, para la empresa sería un éxito lograr que la venta valore la compañía en 1.500 millones de dólares.
Los fondos ingresados se destinarán a su expansión y a nuevas adquisiciones. Para lograr atraer a inversores, Celtel tendrá que sortear algunos escollos. El riesgo político en los países donde está presente es uno de los mayores obstáculos citados por los analistas. Desde el año 2000, cuatro de los 13 países en los que Celtel presta servicio han sufrido enfrentamientos civiles y todos se encuentran en la lista de países con falta de rigor de los Gobiernos elaborada por Transparencia Internacional, organización con sede en Berlín que lucha contra la corrupción política.
Celtel ha intentado limitar este riesgo diversificando en varios países africanos y haciendo que todos los clientes utilicen el sistema de prepago. La compañía comenzó su andadura en Uganda, de donde inició su expansión a Zambia, la República del Congo, Malawi, Chad, Gabon, Sierra Leona, República Democrática del Congo, Burkina Faso, Niger y Tanzania. En mayo, adquirió KenCell Communications, la segunda empresa de móviles de Kenia, a Vivendi Universal por 250 millones de dólares. Celtel también cuenta con una participación en Mobitel, de Sudán, y gestiona la línea de telefonía fija de Tanzania.
Entre los países donde no ha podido conseguir una licencia están Sudáfrica, la mayor economía del continente, y Nigeria, con la población más numerosa. Un obstáculo que podría frenar el crecimiento de Celtel y que hacen de ella una compañía apetecible para posibles compras. 'No puedes tener un negocio africano de éxito sin presencia en Sudáfrica', dicen los analistas de Citigroup.
La compañía ha invertido más de 800 millones de dólares en construir una red que cubre a 245 millones de personas en la región. Según su presidente, la empresa puede doblar su cifra de clientes cada año al menos en los próximos cinco ejercicios, porque sólo el 2,8% de los habitantes de la región poseen un teléfono móvil. En contraste, más del 75% de los ciudadanos de Europa Occidental cuentan con celular.
'África no es sólo pobreza, hambre y campos de refugiados', señala Ibrahim. 'Hay mucha gente normal haciendo cada día actividades habituales, como realizar una llamada por el móvil'.
Un negocio creciente al alcance sólo de unos pocos
Mohamed Ibrahim, presidente ejecutivo de Celtel, es considerado artífice del éxito cosechado por la compañía. Este ingeniero, nacido en Sudán y educado en Egipto y el Reino Unido, trabajó durante años para BT, la operadora británica, desde donde dio el salto para fundar su propia compañía de telecomunicaciones, MSI, consultora especializada en la construcción de redes.En 1995, fundó junto a Vodafone Celtel una operadora de móviles que en principio operaría en Uganda. Cuando la empresa británica decidió cinco años más tarde retirarse para centrarse en sus mercados europeos y estadounidense, Ibrahim junto a otros socios financieros se hicieron con la totalidad de las acciones.Desde entonces, el número de usuarios de móviles en el continente africano ha crecido exponencialmente. Entre 1998 y 2003, el total de abonados casi se ha multiplicado por 10, hasta 51,5 millones. Aun así, el uso de celulares es un lujo para la mayor parte del continente, donde la renta media per cápita es inferior a un dólar al día, según el Banco Mundial. El ingreso medio por usuario de Celtel en 2003 fue de 300 dólares, por debajo de los 360 dólares de 2002.El excesivo precio obliga también buscar formas diferentes de uso y un solo móvil puede tener numerosos usuarios.