Monti frustra el deseo de Lisboa de contar con un gigante energético

El comisario de Competencia, Mario Monti, se despide del cargo vetando por novena vez una fusión. Energías de Portugal y Gás de Portugal no han superado las trabas de la CE a su unión.

La intención del Gobierno portugués de crear un conglomerado energético que pueda medirse en el mercado ibérico con sus rivales españoles se ha estrellado contra las objeciones de Bruselas. El comisario europeo de Competencia, Mario Monti, que el lunes será sustituido por la holandesa Neelie Kroes, dejó visto ayer para sentencia el intento de Energías -antes Electricidade- de Portugal (EDP) de adquirir, con la ayuda de la empresa italiana Eni, Gás de Portugal (GDP).

Monti considera la fusión de EDP y GDP incompatible con las normas europeas de competencia y propone el veto de la operación. Expertos de los 25 países miembros de la Unión Europea sopesarán ahora la solidez de la propuesta, antes de que la Comisión Europea emita su veredicto final el próximo mes de diciembre.

Rara vez intentan las autoridades nacionales rebatir la investigación en profundidad de Bruselas sobre una fusión, por lo que cabe esperar que los Veinticinco avalen la prohibición. Por ironías del calendario, la decisión final deberá tomarla una Comisión presidida por José Manuel Durão Barroso. El antiguo primer ministro portugués fue, precisamente, el mentor de la reestructuración del sector energético de su país. æpermil;l mismo será el encargado de abortarla. Lisboa anunciaba ayer mismo que estudiará alternativas para poder continuar en 2005 con el proyecto.

El departamento de Monti cree que la fusión reforzaría la posición dominante de Energías y Gás en sus feudos respectivos. Y evitaría que alguna de ellas intentase asaltar el mercado de su rival. La CE exigía a EDP fuertes desinversiones para paliar esa situación de cuasi monopolio y permitir la entrada de otras empresas. 'Pero EDP ha entendido que las concesiones eran tan importantes que no compensaban', indican fuentes próximas a la negociación entre las empresas y la CE.

Liberalización

La escasa liberalización del mercado energético portugués ha jugado en contra de la operación auspiciada primero por Barroso y, después, por su sucesor al frente del Gobierno, Pedro Santana Lopes. El último informe de la CE sobre apertura de los mercados sitúa a Portugal en la fase de 'pasos iniciales' en el caso de la electricidad y sin competencia en absoluto, en el caso del gas, donde el país dispone de un plazo más largo que el resto de la UE para acometer la liberalización.

Lisboa y las empresas involucradas en la fusión han intentado en vano convencer a Monti de que la operación, al menos en cuanto al tramo mayorista, debería analizarse en el contexto de un mercado peninsular. Con ese parámetro, la unión de las dos compañías parecería menos dañina comparada con las cuotas de mercado de Endesa (35%) o Iberdrola (25%).

Pero Bruselas ha rechazado tajantemente el argumento. 'En la actualidad, Portugal constituye claramente un mercado geográficamente diferenciado', sentencia la Comisión. El análisis de Monti recuerda que 'el actual nivel de interconexión entre España y Portugal no es suficiente como para considerar la existencia de un mercado único en la Península Ibérica'. Los datos referidos al pasado año indican que Portugal sólo importó de España el 9% de la energía comercializada en el mercado mayorista. La conexión de red tampoco da para mucho más, pues no supera el 13% de la capacidad de consumo de Portugal en los momentos de mayor demanda.

Barroso intento acabar con esta situación impulsando, junto al gobierno de José María Aznar, un mercado ibérico del sector eléctrico. Pero su entrada en funcionamiento, prevista para inicialmente para enero de 2003 se ha retrasado hasta junio de 2005. El acuerdo prevé una integración del mercado, desde los contratos bilaterales entre generadores hasta el consumidor final. Pero, de momento, no deja de ser un proyecto sobre el papel. Como seguirá siéndolo la fusión de EDP y GDP.

Iberdrola acude a la ampliación de EDP

Iberdrola acudirá, finalmente, a la ampliación de capital de EDP aprobada el 7 de octubre, sumándose así al resto de los accionistas de referencia, Brisa, Millennium Banco Comercial Português y Caixa Geral de Depósitos. La eléctrica española desembolsará 60,7 millones de euros para mantener el 5% del capital del grupo portugués. Concretamente, adquirirá 33 millones de acciones adicionales, con lo que sumará 183 millones de títulos. Esta ampliación servirá a EDP para financiar la compra de un 56,2% adicional de Cantábrico.Según un comunicado remitido el viernes por Iberdrola, 'la decisión responde a criterios financieros y estratégicos: se mantienen las ventajas fiscales de poseer al menos el 5% y se asegura una presencia relevante en este grupo'.