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Enfrentamiento

Las denominaciones de origen enfrentan a EE UU y la UE

Bruselas y Washington afirman haber ganado el pleito sobre las denominaciones de origen que mantienen ante la OMC desde hace cinco años. El borrador del veredicto avala, según la UE, su sistema de protección y sólo exige una pequeña corrección en la reciprocidad con productos de terceros países.

Bruselas no acusa ningún nerviosismo ante el próximo veredicto de la Organización Mundial de Comercio sobre el sistema comunitario instaurado en 1992 para otorgar una protección especial a los productos de determinadas regiones o elaborados con arreglo a métodos tradicionales.

'Impacto, cero', afirman tajantemente fuentes de la Comisión que han leído y releído las 158 páginas de las conclusiones preliminares de Ginebra sobre el caso.

Esas fuentes reconocen que el fallo de la organización multilateral obligará a cambiar ciertos aspectos del Reglamento comunitario , como la concesión de una protección equivalente sólo a los productos de aquellos países que cuenten con un régimen similar al comunitaria.

'Pero esa cláusula de reciprocidad nunca la ha invocado ningún país, así que nunca ha habido ocasión de negar la protección especial', recuerdan en la Comisión Europea.

Las mismas fuentes subrayan, en cambio, que la OMC ha respaldado el sistema comunitario que permite la coexistencia de marcas y denominaciones de origen exactamente iguales (causa de los litigios sobre Budweiser). 'La respuesta del panel es que el sistema europeo es perfectamente compatible con la OMC', aseguran fuentes del departamento comunitario de Comercio, dirigido por el comisario Pascal Lamy.

Fuentes estadounidenses citadas por la agencia Bloomberg señalan, sin embargo, que el veredicto abrirá el camino para que las empresas estadounidense puedan comercializar en el mercado europeo marcas que coinciden con denominaciones de origen. 'Jamón de Parma' o 'Queso Feta' son los ejemplos recurrentes de dos marcas que denominaciones de origen de Italia y Grecia, respectivamente.

El Reglamento de 1992 ha permitido conceder el sello de calidad y la protección que lleva aparejada a un sinfín de productos europeos. En España merecen esa etiqueta desde el queso de Cabrales hasta el azafrán de La Mancha; el lechazo castellano o las clementinas del Ebro. La CE asegura que ninguna corre peligro.

Budweiser contra Bud, origen del conflicto

El conflicto sobre marcas y denominaciones de origen que enfrenta a EE UU y la UE ante la OMC data de 1999 y la mayoría de los especialistas ligan la queja de Washington ante la OMC a la guerra comercial entre la cervecera estadounidense Anheuser Bush y la checa Buvdar.Ambas compañías compiten desde hace décadas por las marcas comerciales Bud y Budweiser. Mientras Praga considera el nombre ligado a una denominación de origen, Anheuser Busch lo considera una marca comercial registrada en 1876.Esta misma semana el Tribunal de la UE se pronunciaba sobre un conflicto entre ambas compañías en Finlandia. Aunque el fallo final corresponderá a los jueces finlandeses, los comunitarios señalaban que la protección genérica puede violar los derechos de una marca comercial con idéntico nombre.

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