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'Telecos'

Xfera vuelve a pedir fondos a sus accionistas para sobrevivir

No tiene actividad, lleva tres años congelada, no tiene fecha decidida de lanzamiento y acumula pérdidas de 200 millones, pero sigue pidiendo fondos a sus socios. Xfera ha convocado junta para debatir su mudanza, pero también para que los accionistas inyecten más dinero.

La cita es el 3 de diciembre en primera convocatoria y tiene carácter extraordinario, aunque el motivo de la reunión ha dejado de serlo para los accionistas de Xfera. La operadora quiere aprobar una nueva ampliación de capital y es ya la enésima vez que acude a sus socios para pedir dinero.

De hecho, hace menos de cinco meses que Xfera forzó a sus inversores a desembolsar el 50% de la ampliación acordada a finales de 2003. Entonces la cifra se fijó en 26 millones de euros y la operadora puso como fecha límite el 30 de junio para pasar por caja.

Ahora se desconoce el importe de la ampliación, que se sumará a los 531 millones que ACS, TeliaSonera, Corporación Financiera Alba, Abertis y Abengoa, entre otros, han inyectado ya en la compañía.

De esta cantidad, 335 millones han sido desembolsados en forma de capital y otros 196 millones corresponden a prima de emisión aportada sobre todo en dos ampliaciones ejecutadas a un precio muy alto.

Y ello sin que se vea avance alguno en la compañía, ya que las únicas noticias que han trascendido de Xfera en los últimos meses son que el auditor pone reparos a sus cuentas, que TeliaSonera ha dejado a cero el valor de la compañía en sus cuentas y que el presidente, Antonio Cantón, ha vuelto a retrasar la fecha de lanzamiento de la compañía. Esta vez, la nueva referencia es finales de 2005 o principios de 2006, pero el propio ejecutivo ya adelantó que tampoco es una fecha inamovible.

La junta extraordinaria también debatirá el traslado del domicilio social de la compañía, que en estos momentos se encuentra en el Campo de las Naciones de Madrid. Es cierto que esta ubicación se decidió cuando Xfera iba a ser una empresa de envergadura, con miles de contrataciones y un proyecto nacional de despliegue de red y cobertura. Estos planes son historia y la operadora lleva casi desde sus inicios reduciendo su tamaño y despidiendo a los empleados que contrató. A cierre de 2003, tenía tan solo 45 empleados, casi todos directivos.

Xfera rehusó ayer hacer comentarios sobre la ampliación de capital y el traslado.

Los inversores, forzados a acudir al rescate

La inmensa mayoría de los accionistas de Xfera cree que la compañía tiene un valor nulo, y así lo reflejan en sus balances, donde han limpiado a fondo todo lo que corresponde a la inactiva licenciataria de una concesión de UMTS en España. La última en hacerlo ha sido TeliaSonera, que no sólo deja a cero el valor en libros de su participación en cuanto esta partida se incrementa, sino que provisiona por adelantado los compromisos que cree tendrá que hacer frente en Xfera. A pesar de estos comportamientos, los socios siguen acudiendo a las ampliaciones. Y es que el pacto de accionistas firmado entre los principales miembros del capital de Xfera establece penalizaciones para los disidentes. En este contexto, los inversores prefieren desembolsar algún euro más a la espera de que su participación valga algún día algo.

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