Invertir en vino antes de que llegue a las bodegas
Esta historia comenzó en Francia en el siglo XIX. En Burdeos, por primera vez, los clientes, generalmente ingleses, pudieron adquirir el vino que después iban a consumir o a distribuir mucho antes que fuera cosechado.
Y esa fórmula, que ha sobrevivido, en España la lleva a cabo el club Vinoselección. 'El vino en flor es el que se comercializa antes de su elaboración, de modo que se encarga y se adquiere antes de su crianza en las cubas de la bodega', señala Carlo Galimberti, director de desarrollo de Vinoselección.
Y esta inversión, señala, tiene garantizada la calidad del producto, además de 'que se realiza a un precio inferior al que después alcanzará en el mercado'. El ahorro, añade Galimberti, está entre el 30% al 50% del precio al que luego sale a las tiendas.
No obstante, hay que aceptar ciertas condiciones, como el pago por adelantado, así como la obligación de comprar un mínimo de una barrica (225 litros equivalentes a 260 botellas). Además la entrega se realiza al cabo de tres años para el vino de crianza y a los cinco años para el vino de reserva. Pero antes, el propietario de la barrica, etiquetada con su nombre, puede catar el vino joven que ya le ha sido seleccionado y adjudicado por el bodeguero. En muchos casos, esta parafernalia forma parte del atractivo de la operación.
Y el club ha llegado antes a un acuerdo con los productores, generalmente de La Rioja o de la Ribera del Duero, que se comprometen también a criar el vino en roble y a enviarlo a domicilio.
Algunas de las bodegas que se adaptan a estas fórmulas son Pesquera, CVNE, Matarromera y Contino. En 2003 el club que dirige Galimberti vendió 200.000 botellas por este sistema.