El efectivo resiste
El dinero en metálico no tienen un futuro tan negro como pudiese parecer por la proliferación del dinero de plástico y la aparición de los canales electrónicos para pagos como internet o teléfono móvil. A finales de 2007 de todos los sistemas de pago en el mundo, el efectivo supondrá el 41,4%, frente al 43% en el año 2002, según las previsiones de un estudio de Nilson.
El medio de pago que sufrirá mayores recortes serán los cheques, que incluyen tanto los cheques de viaje como los talonarios bancarios. Su declive se explica por el coste y las comisiones que cobran las entidades a la hora de realizar estas operaciones que los invalida para pagos pequeños. La proyección realizada por Nilson apuesta por un ligero crecimiento de las tarjetas de crédito y las tarjetas de débito y por la duplicación del uso de otros canales como los pagos por internet o a través del teléfono móvil.
El dinero en efectivo es la forma de pago más utilizada para pequeños pagos, por debajo de los 30 euros, aseguran en de la Rue, especialista en tratamiento de efectivo. En el 2011, según un estudio de APAC, el 66% de los pagos personales se realizarán todavía en efectivo.
En los próximos diez años los cajeros proporcionarán el 75% de los reintegros que los clientes realicen contra sus cuentas, de acuerdo con una previsión de APAC.
'El efectivo es la forma de pago predominante en términos de volumen, ya que supone las tres cuartas partes de los pagos personales. Hoy por hoy la idea de una sociedad sin dinero en efectivo es algo lejana', aseguran en la asociación de Servicios de Pago y Compensación del Reino Unido. Parecido opinan en el Banco de Reservas de Australia.
Más billetes grandes
El dinero en efectivo en circulación en España ha crecido este año desde los 395.000 millones de euros de enero pasado a los 439.900 de septiembre pasado, según datos de la dirección de Política Económica.
Aumenta el uso de los billetes de grandes cifras, de acuerdo con los informes del Banco de España. Así, los billetes de 500 euros en circulación crecen el 54%, de julio de 2003 a julio de 2004.
Este papel, no se dispensa en los cajeros automáticos y difícilmente lo aceptan en muchos comercios, asegura Lafarga. æpermil;sta es una de las razones por la que los expertos en blanqueo consideran que está aflorando dinero negro al mercado. Se calcula que hay 60 millones de billetes de 500 euros en circulación.
También sube el papel de 200 euros hasta los 21 millones de billetes en circulación. Descienden ligeramente, los de 100 euros, caen un 3,8%, lo que supone que hay disponibles 101 millones de este valor. Aumentan el 8,4% los billetes de 50 euros, hasta situarse en 436 millones.
Cuidado con las falsificaciones de la divisa europea
A finales del segundo trimestres de este año, el Banco Central Europeo retiró 307.223 billetes falsos de la circulación. Los más copiados fueron los de 50 euros, un 43,6% del total de las falsificaciones. Se detectaron 134.000 billetes falsos de este valor. Tras ellos, los más falsificados fueron los de 20 euros, el 28,2% del total (86.000 billetes trucados) y los de 100 euros, que se quedan con el 21,3% (65.000 billetes).En España es más complicado obtener cifras de falsificación. Prosegur, empresa de seguridad por la que pasa el 60% del efectivo en España, detectó el año pasado 1,6 millones de euros en billetes falsos. 'Contra la falsificación la mejor arma es la tecnología', asegura Alejandro Lafarga, director general de la Rue Cash Systems, empresa especializada en el manejo de soluciones para efectivo.De la Rue interviene en la producción de 150 divisas y es uno de los principales impresores se seguridad en el mundo. Está especializado en sistemas de protección a los billetes de banco contra la falsificación. 'Nuestro objetivo es estar por delante del falsificador', declaran De la Rue. Unas 2.000 entidades financieras de más de 60 países usan sistemas de esta empresa para proteger sus transacciones de efectivo dentro de su red de sucursales.Una de sus máquinas para detectar billetes falsos en las sucursales vale 18.000 euros y la que tiene el Banco de España cuesta un millón de euros. Estas máquinas combinan la detección del papel moneda copiado con las labores de clasificación. Las nuevas tecnologías permiten instalar máquinas que verifiquen la autenticidad de varias monedas.