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Las empresas logran poner coto a los pequeños hurtos

Hipermercados y supermercados, tiendas de barrio de alimentación, perfumerías de toda la vida, grandes almacenes, todos, en mayor o menor medida, sufren anualmente el problema del hurto. No obstante, el impacto en las cuentas de la denominada pérdida desconocida (eufemismo que engloba los hurtos externos, internos y errores administrativos) se ha reducido en un 8% en el último año entre las empresas españolas. A pesar de ello, las compañías continúan perdiendo 1.650 millones de euros al año por esta causa.

æpermil;sta es una de las conclusiones de un estudio que hoy presentará en Madrid la Asociación Española de Codificación Comercial (Aecoc), durante el VII Seminario de Prevención de la Pérdida Desconocida.

Para reducir el impacto de estas pérdidas, en la medida de lo posible, el sector de la distribución ha incrementado la inversión en modernos sistemas de protección. En España, este gasto ha sido, en 2003, de 488 millones de euros, según datos del Barómetro Europeo del Hurto en la Distribución.

El perfil del descuidero se corresponde con una persona menor de 30 años, que actúa los fines de semana y sustrae objetos de más de 30 euros

Etiquetas rígidas de tamaño reducido para pequeños artículos de cosmética y perfumería, más de 50 tipos distintos de etiquetas adhesivas, tecnología de tercera generación... Los sistemas antihurto se han especializado cada vez más. Y, entre ellos, la protección electrónica de los artículos es hoy, según los expertos, la más adecuada para evitar los robos, porque une a su efecto protector el disuasorio.

Las modernas técnicas de venta encaminadas a atraer la atención del cliente, con productos expuestos al alcance de la mano, suponen una tentación constante para el hurto. Los responsables de los comercios tienen que convertirse en verdaderos expertos en seguridad. Toda precaución es poca y en este sentido los sistemas para proteger los artículos desempeñan un papel fundamental: el de ser cada vez más efectivos y discretos.

El estudio de Aecoc sobre pérdida desconocida en la distribución comercial indica que el 51% de los hurtos que padecen las empresas los llevan a cabo los clientes; un 30% son los propios empleados quienes los cometen y un 19% son debidos a errores administrativos en el etiquetado, el inventario o la manipulación del producto.

Los datos aportados por el informe de Aecoc confirman la tendencia decreciente del impacto de los hurtos en el comercio iniciada en el año 2002. Ese año, la pérdida desconocida representaba el 1,05% de la facturación global de las empresas y hoy sólo el 0,9%, aunque continúa preocupando a las compañías de fabricación y distribución.

El estudio confirma, asimismo, que el retrato robot de la persona que suele llevar a cabo este tipo de actos delictivos se corresponde con el de un menor de 30 años, que prefiere actuar los fines de semana y que sustrae artículos cuyo precio supera los 30 euros. Entre sus artículos preferidos se encuentran los productos frescos (embutidos envasados), todo tipo de ropa, artículos de música y ocio (CD, videojuegos y DVD) y productos de bazar (como pilas o maquinillas de afeitar).

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