Navegante solitario
Su estética, tan fluida como deportiva y elegante, esconde unas dimensiones muy generosas, pues el nuevo CLS mide 4,91 metros de largo, por 1,87 de ancho y sólo 1,40 de alto. Desarrollado sobre la plataforma de la Clase E, supone un nuevo concepto de vehículo, cruce de dos mundos: el de las grandes berlinas y el de los coupés de representación.
Uno de los rasgos característicos de su diseño es la pronunciada y descendente curvatura del techo. Otro de importancia similar es una elevada cintura que, lógicamente, implica unas ventanillas estrechas y alargadas.
Todo ello condiciona el acceso al vehículo, sobre todo en el caso de las plazas traseras. Sin embargo, éste no es tan complicado como podría pensarse, pues sin resultar tan cómodo como en un Clase E queda lejos de las trabas habituales de modelos como el CLK.
Una vez en el interior, incluso adultos de elevada estatura pueden acomodarse sin pega en las plazas posteriores, configuradas por dos asientos individuales divididos por un cofre fijo. En función de las terminaciones, las butacas van motorizadas, por lo que permiten diversas regulaciones, y además están calefactadas y hasta ventiladas.
Por su parte, el puesto de conducción goza de la estudiada ergonomía de la que hacen gala todos los productos de la estrella, con toda clase de mandos y pulsadores ubicados en lugares lógicos y ordenados. A todo ello, el CLS añade un impresionante maletero de 505 litros, superior al de modelos teóricamente más capaces y perfectamente capacitado para introducir numerosos bultos y maletas, además de un par de bolsas de golf.
Por lo que respecta al apartado mecánico, la gama CLS disfruta, inicialmente, de dos alternativas de gasolina, de seis y ocho cilindros en V. La primera se corresponde con un bloque de 3,5 litros, recién estrenado por Mercedes en la Clase E y en el SLK. Rinde 272 CV, junto a un par máximo de 35,7 mkg. Sus prestaciones son más que satisfactorias pues, por ejemplo, la velocidad punta asciende a 250 km/h, mientras que la aceleración hasta 100 km/h se contiene en siete segundos justos. Y, además, el consumo se cifra en valores asumibles, como demuestran los 10,1 l/10 km que requiere de promedio. En cuanto al V8, de cinco litros y compartido por otros modelos Premium de la casa, eroga 306 CV -par máximo de 46,9 mkg-. Su velocidad punta, electrónicamente limitada, es también de 250 km/h - serían bastantes más sin 'impedimentos'-, mientras que el 0 a 10 km/h queda en 6,1 segundos.
Sensible en consumos al tipo de conducción, la marca ha logrado homologar una media de 11,3 l/100 km. Por cierto, uno y otro motor disfruta de vanguardismos como el nuevo cambio de marchas automático y secuencial 7G-Tronic, de siete relaciones, o la suspensión neumática, de gobierno electrónico, que varía su dureza en caso de conducción rápida -el comportamiento, pese a la corpulencia del conjunto, es sano y divertido, aunque no esté ideado para carreras.
Dos modelos con los que competir
Sólo dos vehículos, por las soluciones que encierran, pueden encararse al nuevo CLS. De una parte, el BMW 645 Ci. Eso sí, el coupé de la firma bávara, que disfruta de versión descapotable también de cuatro plazas, sólo suma dos puertas, por las cuatro del modelo de la estrella. Desde la óptica dinámica, resulta un punto más eficaz, a partir de soluciones como su DynamicDrive -con barras estabilizadoras activas que minimizan los balanceos de la carrocería en conducción rápida-, establizador DSC, etc. En cuanto a motores, de momento sólo tiene un 4.4 V8 de 333 CV, aunque a medio plazo contará con un nuevo V6.La otra opción es Maserati y su Quattroporte. Este modelo es en realidad rival de coches al estilo del Audi A8, pero su dinámica silueta, y lo deportivo de su condición general -como el CLS y el 645 Ci, es de tracción trasera- le permitirá 'robar' algún cliente al último modelo de la estrella.