_
_
_
_
CincoSentidos

Cuenta atrás por el control de la plaza de Las Ventas

División de opiniones. Esa es la sensación que se obtiene tras oír a la mayoría de los empresarios que presumiblemente optarán a la adjudicación de la madrileña plaza de Las Ventas. División de opiniones respecto al contenido del pliego de condiciones que regirá el concurso, pues los aspectos que a unos gestores preocupan, otros los consideraban muy favorecedores. Aunque ningún grupo empresarial ha desvelado sus armas ni, por supuesto, el contenido de sus propuestas, todos los consultados vienen a coincidir en que el pliego elaborado por la Comunidad de Madrid supone un sensible cambio de rumbo en la dirección del coso.

Los conceptos concurso, subasta, libertad de gestión, potenciación de la temporada, derechos de televisión o reducción del abono son aspectos fundamentales que preocupan a los aspirantes a dirigir la primera plaza del mundo, y sobre los que opinan conocidos empresarios que han manifestado su intención de concursar por la adjudicación de Las Ventas.

Los hermanos Lozano, que han gestionado la plaza los últimos 15 años, han renunciado a solicitar un año de prórroga y a presentarse al concurso. Un proceso que supervisará Pedro Antonio Martín Marín, ex secretario de Estado de Deporte y de Comunicación y presidente de Hispasat hasta junio, ahora vicepresidente del Consejo de Asuntos Taurinos de la Comunidad.

La reducción del abono en casi una docena de festejos al año ha generado dudas entre los aspirantes, pues recorta taquilla y televisión

'Al leer el pliego, la primera sensación fue de extrañeza -explica Roberto Espinosa-, porque llama la atención que se dé prioridad al aspecto económico, al valorarse con 25 puntos sobre 100, mientras que la oferta de programación sólo obtenga 20. No se trata de una subasta pura, desde luego, aunque en el fondo sí lo es, porque el empresario que más dinero ofrezca ya parte con una ventaja. El peligro es que alguien dé un dinero desmesurado, pero, en caso de que esto ocurra, no será un profesional taurino, porque todos harán sus números y sabrán hasta dónde pueden llegar'.

'Aunque es verdad que en la Comunidad se han decantado por la parte económica -dice Victoriano Valencia-, también lo es que el empresario tiene mayor libertad para trabajar que en pliegos anteriores. Además, contempla unos ingresos atípicos, como la venta de almohadillas, la gestión de los bares, los espectáculos musicales y culturales, entre otros, con los que antes no contaba'.

'Lo primero que tengo que decir es que me voy a presentar al concurso', comenta José Félix González. 'El pliego no es perfecto, aunque está muy acertadamente diseñado, porque toca diversos aspectos sustanciales y deja las manos libres al empresario, que va a poder desarrollar su creatividad. Que se asigne un canon fijo y mínimo no significa que el concurso sea una subasta, pues en éstas los licitadores se sientan en un aula y van subiendo los precios en una puja. Además, que se valore la oferta económica como aquí se hace no es ninguna novedad, pues esto sucede en el 99,9% de los concursos. Es cierto que algunos sectores taurinos se han alarmado con el pliego, opinión que no comparto'.

'Como empresario, el aspecto económico no me molesta -explica Simón Casas-, porque un gestor cualificado, con experiencia y solvencia profesional debe conocer, tras hacer una prospectiva de mercado, el justo precio de aquello sobre lo que va a realizar una oferta. Sí es preocupante, en cambio, el factor televisión. Para cubrir el canon que se exige, 3,36 millones de euros, se da por seguro que el nuevo empresario contará con los derechos de televisión. Pero ¿quién tiene la seguridad de que los va a tener? Por eso, cuando el empresario se siente a negociar el contrato de televisión sabrá que sólo tiene dos opciones: o arreglarse, o arruinarse. También me llama la atención que de los 20 puntos que se adjudican al total de la programación de la temporada, siete sean para el conjunto de las ferias, cinco para las cinco novilladas picadas de promoción y sólo tres para el resto de la temporada, que comprende todos los domingos de marzo a octubre e incluye otras 23 novilladas'.

'No es un mal pliego -explica Manuel Martínez Erice-, sino que es diferente. A todos nos ha sorprendido y, en cierto modo, desconcertado. Antes de su publicación hubiera afirmado sin duda que nos presentábamos al concurso, pero ahora lo estamos calibrando'. Opinión que comparte Justo Ojeda, que afirma: 'Hace diez días hubiera dicho que sí, pero ahora estoy dudando'.

La reducción del abono en casi una docena de festejos a lo largo del año se encuentra en el origen de muchas de estas dudas. 'Hay que tener en cuenta -dice Victoriano Valencia- que el número de festejos que han cercenado al abono eran rentables, y que la pérdida es doble, pues afecta a la taquilla y la televisión'. 'Es una pena -añade Martínez Erice- que esto suceda en un abono consolidado y que costó mucho conseguir. Ahora bien, si esa iniciativa responde a una demanda del abonado, comprendo que la Comunidad lo haya hecho'.

Más tajante se muestra Roberto Espinosa: 'No entiendo la rebaja del abono, porque, en principio, los toros en Madrid son el único espectáculo que se reduce habiendo una enorme demanda de entradas. Parece ser que surge debido a una petición de los abonados, pero me parece un contrasentido que el aficionado-abonado no quiera que se den toros. Los festejos fuera de feria son deficitarios y, para poder organizarlos, hay que hacer dinero en San Isidro. Ahora, sin embargo, se rebajan los corridas que dan beneficios y se mantienen las que cuestan dinero. Si no hay dinero, es difícil hacer una buena programación y llegan las rebajas'.

'A mí no me molesta que se rebaje el abono -añade Simón Casas-, porque el empresario debe tener la capacidad de llevar gente a la plaza, sin que eso suponga hacer prisionero de su abono al abonado. Al rebajar los espectáculos obligatorios del abono, por un lado obligan a dar dinero al alza y, por otro, quitan libertad de creación, porque si un empresario tiene una idea genial para el conjunto de la temporada, ésta sólo le valdría 3 puntos sobre 100. El pliego deja poco margen de maniobra al creador y mucho al especulador, que desde luego que no será un taurino'.

La presidencia del toreo y un gran escaparate social

Para todos los empresarios taurinos, acceder a la gestión de Las Ventas es algo así como ganarse un premio gordo. Para algunos será un premio gordo económico, mientras que para otros significará tener en sus manos los hilos que mueven el toreo, además de un indiscutible escaparte de prestigio social. Para todos sería, en cualquier caso, la culminación de una larga trayectoria, en muchos casos de una vida entera dedicada a la Fiesta, al alcanzar el más alto grado posible en su profesión.Así lo consideran todos los empresarios entrevistados. 'Nadie puede ser más que empresario de Madrid', dice rotundo Martínez Erice, en un resumen perfecto de la idea que anima a todos los aspirantes. Para Roberto Espinosa, resultar elegido sería 'la culminación de mi trayectoria en el toreo, al que he dedicado la vida entera. Además, que lo fuese un catalán, como yo lo soy, supondría un espaldarazo al grave problema que la fiesta vive en Cataluña'.El lugar de nacimiento también tiene importancia para Victoriano Valencia, aunque en sentido inverso: 'Por ser madrileño, ser empresario de Las Ventas tiene un doble aliciente: dirigir la plaza de mi ciudad y culminar el sueño de todo empresario'.Para José Félix González, se conjugan dos valores: 'El más importante es la posibilidad de ejercer la profesión al máximo nivel. Poder realizarte y demostrar la aptitud y profesionalidad. Además, si utilizas la inteligencia y la sabiduría, se pueden obtener pingues beneficios. La obligación de todo empresario es lograr rendimientos económicos, sin desdeñar los beneficios'.'Llevo 41 años en la profesión -dice Justo Ojeda- y sería el broche de oro de mi carrera. Además de una gran satisfacción, supondría abrir las puertas a mis continuadores, mis hijos Teresa y José Miguel'.'Yo siempre he dicho -concluye Simón Casas-, que la plaza de Madrid es la presidencia del gobierno del toreo, y gestionar Las Ventas permitiría una reorganización total de la economía taurina. Desde la plaza de Madrid podría plantearse si la fiesta debe seguir en el Ministerio de Interior o si debería pasar a Cultura, podría trabajarse por la rebaja del IVA, del actual 16 al 7% que tienen el resto de los espectáculos, y sería, desde luego, la oportunidad de justificar una vida. El empresario de Madrid, además de gestionar la plaza, podría gestionar el futuro de la fiesta, y tratar de su protección y desarrollo de cara a Europa'.

Archivado En

_
_