El euro sujeta los tipos
Sin novedad en la política monetaria europea, al menos a medio plazo. Las presiones para que el Banco Central Europeo (BCE) suba tipos disminuyen conforme avanza el euro frente al dólar y crece la preocupación por el exiguo crecimiento de la economía alemana. Además, el euro fuerte está consiguiendo atenuar el efecto de la escalada del precio del petróleo y la autoridad monetaria no detecta signos preocupantes de repunte de la inflación, con un índice subyacente controlado.
Se retrasa así el inicio del ciclo alcista en Europa mientras que Estados Unidos mantiene el ritmo de aumentos graduales iniciado en junio por la Reserva Federal que, tras cuatro subidas consecutivas, llevó el pasado miércoles los tipos al 2%, el mismo nivel que en la zona euro y el más alto para Estados Unidos desde 2001. La coincidencia durará poco.
Los inversores internacionales se preguntan ahora si la Reserva Federal decidirá una nueva subida antes de fin de año, en la reunión del próximo 14 de diciembre, y si el Banco Central Europeo realizará su primer movimiento antes del primer semestre de 2005.
El consenso general entre los analistas estima que los tipos oficiales acabarán el año que viene en el 3% en Estados Unidos y en el 2,5% en Europa
Lo que los analistas tienen claro es que el año que viene los tipos en Estados Unidos acabarán por encima de los europeos. El consenso general estima que a final de 2005 los tipos oficiales estadounidenses se situarán en el 3% y los europeos en el 2,5%, lo que rompe la tónica de este año, con diferenciales a favor de Estados Unidos.
'Hasta el momento, las perspectivas monetarias en Estados Unidos las está marcando la propia Reserva Federal en sus comunicados', destaca Mercedes Camacho, de Safei. 'Alan Greenspan ha sido muy hábil preparando al mercado para el ciclo alcista, por lo que no ha castigado ni a los bonos ni a la renta variable. Es muy destacable lo neutral que se ha mostrado', señala Íñigo Urbano, de Beta Capital.
Sin embargo, el mercado no tiene tan claro que la quinta subida consecutiva en Estados Unidos se produzca en la próxima reunión de diciembre. 'La clave parece ser cómo evolucione el empleo y el consumo privado en estos meses. En todo caso, la Fed tendrá mucho cuidado y subirá tipos de forma muy paulatina para no frenar la economía en seco', asegura David Pérez Albénez, de Tressis. 'El mercado de futuros descuenta otra subida, pero sólo con una probabilidad del 40% en diciembre. Creemos que habrá más aumentos pero no en todas las reuniones', señala Urbano.
En todo caso, los economistas creen que la Reserva Federal tiene aún margen hasta el 3,5% o 4% sin variar lo que viene siendo una política de neutralidad monetaria -que ni estimula ni frena el crecimiento-.
En Europa es distinto. Una subida comprometería mucho más el crecimiento económico, sobre todo en los países, como Alemania, más dependientes de la actividad exportadora.
De hecho, las exportaciones, que contribuyeron a la recuperación en el primer semestre dejaron de crecer en los últimos meses y su aportación al crecimiento del área euro se va reduciendo paulatinamente, hasta el punto de que algunos dirigentes europeos (alemanes e italianos que se sepa) han pedido ya públicamente algún tipo de intervención monetaria para que no sea la moneda europea la que absorba toda la depreciación del billete verde y siga deteriorando el crecimiento.
'Un euro tan fuerte pone difícil un escenario de subida de tipos en Europa. La divisa está protegiendo la inflación porque el petróleo se importa barato, lo que ayuda al BCE a conseguir su objetivo de estabilidad de precios', explica José Carlos Díez, de Intermoney. Este analista considera que mientras los mercados no perciban una intención clara de corrección de desequilibrios en Estados Unidos, el euro, que lleva varios meses por encima de 1,20 dólares y ha llegado a superar incluso los 1,30, se mantendrá por encima de 1,20, con lo que 'los inversores han decidido retrasar sus expectativas sobre el comienzo del ciclo alcista en la eurozona'.
En este escenario, Marta Raga, de BNP Paribas, explica que 'los bonos europeos están bastante sostenidos por la fortaleza del euro pero, a corto plazo, las perspectivas no son buenas y no son recomendables las inversiones en renta fija'.
Argumentos en contra de una rebaja
La fortaleza del euro está pasando factura al crecimiento económico, con lo que ya se oyen voces a favor de que el BCE relaje aún más su política monetaria. Una posibilidad muy remota, según los analistas. Marta Raga, de BNP Paribas, recuerda, que 'los tipos de interés reales en Europa llevan en tasas negativas casi dos años, una situación excepcional que no puede mantenerse mucho tiempo'. José Carlos Díez tampoco encuentra justificación para una rebaja de tipos oficiales en el tipo de cambio porque 'sería arriesgado para el objetivo de estabilidad'. Para David Pérez, de Tressis, 'sólo sería factible ante un parón económico muy grave si persistiera la senda alcista del petróleo'.